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Rectorales: de casa de cura a otros usos

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Algunos de estos edificios mantienen su función, pero la mayoría busca alternativas a su estado ruinoso

28 nov 2022 . Actualizado a las 16:44 h.

Las circunstancias históricas y sociales acontecidas en los últimos mil años han favorecido la ampliación continuada, hasta hace 150 años, del patrimonio material de la Iglesia Católica en Galicia. Entre estas propiedades inmuebles destaca el gran número de casas rectorales existente en toda la comunidad, edificios situados junto a las iglesias parroquiales que servían de hospedaje para el cura titular.

No hace mucho, la Asociación para la Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal) cuantificaba su número en Galicia en torno a las 4.500. Claro que debido a la reducción continuada del número de curas párrocos en el rural gallego muchos de estos inmuebles se han deteriorado de forma importante, no en vano, estas casas se mantuvieron y conservaron mientras fueron utilizadas como hogar de los responsables espirituales de las parroquias.

Un ejemplo de ese deterioro se puede comprobar en la rectoral de San Martiño de Barciademera, en Covelo. La exuberancia barroca de su portada, una auténtica filigrana en piedra que en su día perteneció al monasterio de Melón, contrasta con el estado de abandono de resto del edificio. En el pasado más reciente se planteó, sin éxito, la posibilidad de reconvertirla en una residencia para personas mayores.

Cambio de usos

Solo en el área de Vigo, sin incluir las últimas creadas a partir de 1970, hay más de doscientas parroquias, todas con su correspondiente casa rectoral. En algunos casos, el deterioro y la falta de uso de las mismas facilitó su transformación en centros sociales, como es el caso de la rectoral de Petelos, en Mos, donde ahora acoge un centro de día. Es un gran edificio, con torre medieval incluida, que sigue su proceso de rehabilitación, pero ya con un uso vecinal.

Desde hace tiempo, los distintos obispados gallegos abrieron otra vía para evitar la desaparición de estas, en algunos casos, joyas de la arquitectura popular gallega, y han puesto a la venta algunos inmuebles o llegado a convenios de colaboración con otras instituciones para darles una nueva vida. Es el caso de la rectoral de Paraños, en Covelo, que ahora es un hotel de cuatro estrellas con todas las comodidades de los hospedajes actuales. En este mismo municipio también funcionan como casas de turismo rural en las antiguas casas rectorales de Fofe y Prado.

Y es que son varias las casas que, a través de venta o del alquiler, han sido reconvertidas en centros hosteleros en el área de Vigo, siempre bajo el amparo del paraguas del turismo rural. Uno de los primeros proyectos puestos en marcha dentro de ese ámbito es la rectoral de Areas, en Tui. Se desarrolló sobre una casona de gran interés arquitectónico situada en eso que se denomina habitualmente un entorno privilegiado, tanto desde el punto de vista paisajístico como de sosiego mundano.

Sin salir de Tui también se puede ver otro ejemplo de reconversión de los eclesiástico en lo temporal. Es la Abadía do Pelouro Axeito, aunque en este caso se añaden también otro tipo de actividades, como la celebración de eventos sociales. La construcción es de finales del siglo XVII.

Río Miño abajo se encuentra la Abadía de Eiras, en O Rosal. Sobre una casa de principios del siglo XIX, que presenta elementos de la arquitectura paciega, como un balcón solariego, bodega, jardín, finca murada, ciprés y palomar, se abre una casa de turismo rural dotada con todas las comodidades modernas, pero instalada en el tempo del pasado.

En Cangas, destaca la casa rectoral de la parroquia de O Hío por su aspecto de pazo gallego. Se estructura tiene planta en forma de ele con un balcón abalaustrado cubierto mirando al patio cerrado al que se accede mediante un portalón. Parte de la construcción pertenece al siglo XVII. Llama la atención la fuente del patio por su gran apariencia y la presencia de una inscripción latina en bajo relieve. Una parte de este conjunto es utilizado para actividades socioculturales por los vecinos.

En el vecino municipio de Moaña también se transformó una parte importante de la antigua rectoral de San Martiño de Abelendo en la sede de la Escola Municipal de Música. Los orígenes de este edificio se remontan a finales del siglo XVI principios del XVII.

En la ciudad también

En el municipio de Vigo hay varias casas rectorales que todavía conservan su función primigenia, como es el caso de Castrelos. En este edificio, que presenta partes construidas a finales de la Edad Media, muestra un escudo invertido en su parte superior. En el caso de Alcabre, el edificio fue rehabilitado para servir de sede a la asociación vecinal.

En el Casco Vello olívico también se conserva la antigua casa parroquial, situada en la calle San Vicente esquina con Méndez Núñez. Allí, el Concello de Vigo rehabilitó completamente los restos de la casa rectoral, que estaba en ruinas, para construir un espacio dedicado a los servicios sociales.

Pero no todas las casas rectorales son obras que tiene varios siglos de historia. En el municipio de Nigrán hay un edificio que hace esas funciones junto al Templo Votivo ideado por Antonio Palacios. Este inmueble sigue las mismas líneas constructivas que el arquitecto porriñés aplicó a la iglesia.

En Baiona se localiza otro espectacular edificio destinado al hospedaje de religiosos. Es la denominada Casa del Deán Mendoza, edificada en la segunda mitad del siglo XVIII. La nobleza de materiales y formas indica la importancia que tuvo en su época la colegiata de Baiona, de la que el deán era el sacerdote principal.