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Pablo Castellano, esposo de María Pombo, emocionado al regresar a la playa de Silgar: «Aquí ha sido mi infancia»

P. V. LA VOZ

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Algunos fotogramas de las Historias de Pablo Castellano en Silgar
Algunos fotogramas de las Historias de Pablo Castellano en Silgar INSTAGRAM: @pablocastellano86

El marido de María Pombo ha hecho un «tour» por su niñez en el arenal de Sanxenxo en el que pasó todos los veranos con su familia y amigos: «Éramos ciento y la madre»

25 sep 2024 . Actualizado a las 16:50 h.

Pablo Castellano, marido de la conocida influencer María Pombo, no ha podido contener su emoción al volver  a uno de esos lugares donde fue feliz: la playa de Silgar, en Sanxenxo. Un enclave donde pasó todos los veranos de su infancia con su familia. «No os puedo expresar la felicidad tan heavy que tengo ahora mismo de estar aquí», expresó en varias publicaciones en Instagram. «Me muero de la ilusión, porque aquí ha sido mi infancia», confiesa el que también es director general de una empresa de reforma de viviendas.

Es precisamente por su trabajo por lo que está ahí, para participar en la reforma del piso —con inigualables vistas al mar— de una vieja y querida amiga, con la que pasó alguno de esos veranos en la localidad bañada por la ría de Pontevedra. «Es todo perfecto, volver al sitio en el que he crecido y encima hacer un proyecto para gente a la que quieres mucho», ha valorado.

Porque todos los veranos, «desde el 31 de julio al 31 de agosto», se juntaba una buena tropa que disfrutaba de la arena blanca de Silgar. «Mis primos, mis tíos, mis amigos, mis hermanos», rememora el empresario, que además aprovecha para hacer un tour por los lugares de la playa que han quedado como puntos claves de su infancia.

«Bajaba por estas escaleras», narra, mostrando el acceso a la arena que hay justo enfrente del restaurante Tritón, y a continuación señala a un lugar más lejano, en la orilla, donde se colocaba él con todo su grupo de familia y amigos. «Éramos ciento y la madre», explica sobre una época que «era la leche».

Hay otro lugar que tampoco puede dejar de mencionar, la pastelería La Boutique del Pan, donde, según ha comentado, adonde subían para tomar unos dulces cuando sus padres les dejaban. «Venden unos bollos y unos helados increíbles», dice, mientras seguramente se le hace la boca agua. «Felicidad increíble ahora mismo».

Castellano también se ha referido al curioso clima de estos días en Galicia. El esposo de la más famosa de las Pombo llegó con lluvia cerrada y, a lo largo del día, el cielo se fue abriendo hasta dejar ver un hermoso cielo azul. «Lo del microclima aquí es impresionante», valoró Castellano, sobre el cambio meteorológico radical en solo unas horas. «Ahora está para bañarse», estimó. Pero reculó enseguida. «Bueno, tampoco para bañarse, que yo soy muy friolero y el agua está un poco fría», bromeó.

Eso sí, la temperatura del agua no es impedimento para muchos, como pudo comprobar horas después, cuando varios jóvenes estaban en el agua —con neopreno, eso sí— practicando algunos deportes acuáticos, como pádel surf. «Estos de aquí del norte están hechos de otra pasta», evaluó Castellano, ironizando con que «el agua debe de estar calentita».

En sus publicaciones también tuvo tiempo para enseñar a sus seguidores el piso que iba a reformar, situado en el lado oeste de la conocida playa de Sanxenxo, y con espectaculares vistas tanto a la ría como al propio arenal. 

Su amiga, Mónica de la Serna dos Santos, cofundadora de la marca de ropa feminista portuguesa Peryod, no dejó pasar la oportunidad de inmortalizar el regreso de dos amigos a la localidad pontevedresa con una fotografía de ambos, visiblemente felices con la ría de fondo. «Mejor que tener una foto juntos es tener una foto aquí», escribió ella en una publicación recompartida por él, «Ai, Sanxenxo, como te queremos».