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El Camino Francés por Lugo se llena de puestos ambulantes para los peregrinos VIP

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA LUGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Los demandantes de este servicio son los grandes rgrupos de peregrinos
Los demandantes de este servicio son los grandes rgrupos de peregrinos ALBERTO LOPEZ

Las empresas establecen paradas cada 4 o 5 kilómetros con aperitivos

22 oct 2023 . Actualizado a las 17:55 h.

Las paradas en el Camino de Santiago a su paso por Lugo se han multiplicado. La búsqueda de una ruta lo más cómoda hace que sea cada vez más frecuente toparse con negocios «ambulantes» que surten de comida y bebida a los peregrinos. Las agencias lucenses que organizan el Camino ya han incluido este servicio como uno más dentro de su oferta y está cada vez más demandado.

La entrada a O Cebreiro es una de las ubicaciones donde más se pueden ver los denominados «pícnics». En el aparcamiento detrás de la iglesia, se establecen furgonetas de diferentes empresas con mesas portátiles en las que ofrecen un surtido de «snacks» como recompensa tras la dura subida a la primera localidad del Camino Francés en Galicia. Su demanda proviene siempre de grupos de caminantes, no de los que lo recorren solos, y generalmente son extranjeros. Una de las numerosas empresas que lo ofrece es la agencia lucense Pambre Tours, que organizan desde hace años la ruta jacobea al detalle destinada a peregrinos extranjeros de poder adquisitivo.

La demanda de estas paradas de apoyo era tal que ya están incluidas dentro de la logística del programa. Aunque O Cebreiro tiene su especialidad por ser el tramo más duro del Camino Francés, lo habitual es que se establezcan en puntos intermedios de las etapas. «Nos podemos cada cuatro o cinco kilómetros para que puedan parar y consumir lo que deseen», explican. Ofrecen fruta, aperitivos o refrigerios para que los peregrinos se puedan ir recuperando a medida que caminan. Tienen estudiado el itinerario para poder ubicarse en lugares en los que el trazado del Camino coincida con la carretera y así poder acudir en coche. Con antelación a la llegada del grupo, varios trabajadores montan el puesto en el lugar indicado. En los meses de mejor tiempo, los puestos con aperitivos se pueden convertir en pícnics como tal, organizados en algún entorno natural especial de la ruta.

El vehículo donde transportan el pícnic sirve al mismo tiempo de coche de apoyo. Además de comer y beber, los peregrinos pueden aprovechar para dejar su equipaje o también pedir que sean trasladados si no se encuentran bien, tanto a su alojamiento como a un centro de salud si fuese necesario.

Otra de las empresas que se sumó a este servicio es Tee Travel, con sede en Sarria. También forma parte de la oferta para grupos organizados. Explican que estos «altos en el Caminos» además intentan ofrecer productos típicos o de denominación de origen, que no solo sean un descanso sino también parte de la inmersión turística que buscan los peregrinos, lo que también favorece a los productores locales. Los caminantes pueden diseñar cada cuántos kilómetros quieren parar a tomar un aperitivo y suelen ir acompañados de un guía, que está en contacto con los que están en el vehículo de apoyo. Además, aprovechan las paradas para contarles información y detalles de los paisajes, las construcciones o las aldeas donde se encuentran.

Complementan así las numerosas infraestructuras con las que cuenta ya el Camino Francés, con surtidos al gusto. En este caso, además de situarse en medio del itinerario también ofrecen un aperitivo antes de empezar la etapa. En el Camino Francés, son más frecuentes estos puestos ambulantes antes de llegar a Sarria, ya que hay menos servicios y también son algunos de los tramos más duros, por lo que se demandan más descansos, al igual que en las etapas más largas.