El Hotel Porto Real es el fruto de un proyecto familiar que nace en el 2018 con la compra de una de las viviendas más emblemáticas del puerto de Fisterra. Tras una remodelación desde cero, realizada por el Grupo Malasa, el resultado es el de un hotel boutique de tres estrellas
23 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Fisterra: del latín, «fin de la tierra». Cuando todavía se creía que el mundo era plano, esta esquina de Galicia era la que más resaltaba entre la península Ibérica al introducirse de lleno en el océano Atlántico. Con los años, la leyenda se mantiene viva y este punto sigue recibiendo a cantidad de turistas a diario que buscan comprobar si el mito es cierto. La teoría la sabemos, pero si pasas una noche en Hotel Porto Real de Fisterra es inevitable teletransportarte a esos tiempos en los que se pensaba que la Tierra terminaba ahí.
En plena Costa da Morte, se encuentra este alojamiento que cuenta con el privilegio de tener vistas directas al fin del mundo. Hotel Porto Real cuenta con cuatro suites con ventanales situados al puerto de Fisterra. Antes de irte a dormir podrás escuchar el sonido de las olas golpeando en la orilla por las bravas aguas del Atlántico. Grupo Malasa se ha encargado de actualizar la imagen interior y exterior del edificio, dando como resultado un diseño contemporáneo. Destacan entre otras cosas la galería de la fachada y las ventanas y puertas de la calle Real, las cuales replican las originales. Así como los muebles blancos en contraste con los acabados en roble. Sin duda, es una experiencia única que hay que vivir al menos una vez en la vida.
1.Terraza incomparable en la zona, con barandillas fabricadas a medida por Grupo Malasa. El hotel se divide en pequeños rincones acogedores desde los que disfrutar la estancia de los huéspedes.
2. Las ventanas y puertas de la calle Real replican las originales, hechas a medida en madera de cedro por Grupo Malasa. En la reforma, se mantuvieron múltiples detalles del edificio original, como las paredes de piedra vista.
3. La fachada que mira al puerto, se ideó como una re-imaginación de cómo se verían las galerías tradicionales, si se hicieran a día de hoy.
4. El minimalismo cálido aporta en vez de competir con las vistas desde las suites; la verdadera estrella. Decoración contemporánea sin perder el encanto de un hotel boutique. La calidez en contraste con el blanco, a través de la madera de roble y texturas orgánicas.
