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El encontronazo en el Camino de Santiago que acabó en boda cinco años después

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

David y Sara contrajeron matrimonio el 13 de agosto en Arousa.
David y Sara contrajeron matrimonio el 13 de agosto en Arousa.

David y Sara se conocieron como peregrinos y se han dado el «sí, quiero», este verano en una emotiva ceremonia llena de sorpresas

14 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

De la peregrinación al altar. Este fue el inesperado giro que dio a sus vidas un encontronazo casual, haciendo el Camino de Santiago. La madrileña Sara González Pinto, profesora de inglés en el colegio Inmaculada de Santa Comba, y el arousano David Lede Pérez recorrían la ruta Primitiva hace cinco años, en marzo del 2018, cuando se vieron por primera vez; y este verano se convirtieron en marido y mujer, en una ceremonia celebrada en el Pazo da Golpelleira (en la parroquia de Arealonga, Vilagarcía).

Ayer cumplían un mes de casados «y lo volvería a hacer una y mil veces», dice la maestra, quien también reconoce que de entrada él no le cayó demasiado bien. Sin embargo, una concatenación de circunstancias hizo que sus caminos se volviesen a cruzar y se encendiese la llama, una más en la extensa lista de historias de amor fraguadas con la aventura jacobea como trasfondo.

Ella acabó mudándose a Galicia y empezaron a convivir bajo el mismo techo en diciembre del 2019. Su pedida de mano, el año pasado, fue en Salas (Asturias), justo en el mismo lugar donde se conocieron. Ya entonces soñaban con darse el «sí, quiero», en un pazo gallego. Finalmente, todo resultó como ellos esperaban y disfrutaron de un enlace «con un montón de sorpresas, súper emotivo y súper divertido. Fue un día muy bonito», recuerdan.

El novio, dirigiendo durante su boda a la Banda de Música de Meaño, de la que forma parte desde hace años como clarinetista.
El novio, dirigiendo durante su boda a la Banda de Música de Meaño, de la que forma parte desde hace años como clarinetista.

Hubo baile de los novios, queimada y hasta una actuación musical muy especial con la que la pareja no contaba. «David lleva tocando desde hace años en la Banda de Meaño y nos dieron una sorpresa de entrar tocando en el pazo, sin tener nosotros ni idea», relata Sara, quien se reencontró con sus alumnos esta semana en Santa Comba, después de un verano que nunca olvidará. «El lunes fue el primer día con los niños, y con muchos nervios e ilusión en verlos de nuevo».