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Las cabañas de Sarria que atraen a turistas de toda España: «No solo somos el Camino de Santiago»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

A Leira 116 tiene más visitantes que peregrinos, conquistados por los cubículos de madera y el glamping en medio de la naturaleza. Desde que fue imagen de Zara, acoge eventos

17 ago 2023 . Actualizado a las 11:27 h.

Es un reto para casi toda Galicia, y especialmente para los concellos por los que pasa el Camino de Santiago, atraer peregrinos durante todo el año y no solo en temporada alta. Para lugares como Sarria también es un desafío alojar a turistas, más allá de caminantes. Hay quien ya lo ha conseguido. El complejo A Leira 116, con cabañas y glamping, cumple un año con un mes de agosto completo de turistas de toda España.

La sarriana Alba López, junto a su pareja Javier Arias, abrió el verano pasado el primer glamping de la localidad, que buscaba diferenciarse de la numerosa oferta de alojamiento. El «campamento turístico» consta de cinco cabañas de madera negra en medio de la naturaleza y tres tiendas de campaña de lujo. Funciona durante todo el año y se presentaron como un hospedaje para los que acuden a conocer la provincia y buscan un lugar de desconexión. Es decir, una oferta de turismo rural que no sea solo la parada de una noche en una etapa del Camino.

Y así ha sido. «Tenemos más clientes de fuera del Camino de Santiago que del Camino en sí, estamos muy contentos en ese sentido», asegura López. Precisamente durante este verano la gran mayoría están siendo turistas nacionales de larga estancia. Acuden hasta Sarria visitantes de Mallorca, Madrid, Valencia y también parte de Portugal. 

Una gran parte pasan sobre cinco días y se mueven por Galicia, especialmente por la Ribeira Sacra, la costa de Lugo, con parada indispensable en la playa de As Catedrais, también en la Muralla de la ciudad u Ourense. «Nosotros además les recomendamos rutas por la zona, como la de As Aceñas o por Paradela». También tienen cerca las piscinas municipales de Sarria o Samos.

Los promotores de A Leira 116, desde un primer momento, apostaron por Sarria como un lugar estratégicamente ubicado en Galicia. La localidad lucense está «a una hora y poco» de numerosos sitios gallegos donde pueden encontrar desconexión, naturaleza, gastronomía o patrimonio. Además, pueden hacerlo acompañados de sus mascotas.

STÉPHANE LUTIER

«Somos petfriendly y eso llama a muchas parejas o amigos a los que les resulta complicado viajar con perros, gatos o incluso trajeron periquitos», cuenta López. La mayoría de este tipo de clientes se decanta por las cabañas y no por las tiendas de campaña. Ofrecen un cuidado diseño de lujo, con triunfo de los grandes ventanales a la carballeira de rodea el complejo. Los que se decantan por las tiendas son en su mayoría grupos o familias, ya que llama mucho la atención de los niños. También con estancias largas.

A Leira 116 tuvo ocupados todos los fines de semana del año. No solo recibieron gente los meses de abril a octubre, los fuertes del Camino, sino que incluso fueron buenos noviembre o diciembre, por las vacaciones laborales. Los atractivos de la provincia así como un alojamiento diferente y de diseño en la naturaleza lograron desligar a Sarria de la ruta jacobea. «El único problema es que en temporada baja cierra mucha hostelería», añaden.

Peregrino de poder adquisitivo

A pesar del éxito entre turistas, el glamping también tiene demanda entre los peregrinos. Pero no cualquiera. «Se pusieron en contacto con nosotros empresas que ofrecen alojamientos distintos, con un perfil de peregrino de Latinoamérica o nórdicos, que van más allá que los albergues o las pensiones», explica López. 

La emprendedora confía en que las buenas experiencias de estos meses vayan a tener un importante retorno el próximo año. Los caminantes son los que mantienen la oferta entre semana durante todos los meses. 

Eventos

La diversificación de clientes de A Leira 116 sigue en aumento. En el mes de mayo, Zara escogió el glamping para fotografiar su nueva colección y su repercusión hizo de efecto llamada para más empresas. Productoras de Barcelona o firmas de formación o mentoring escogieron en los últimos meses al complejo de Sarria para realizar diferentes tipos de eventos. «Cierran el espacio para ellos durante unos días». 

La variedad es tal que incluso se celebraron retiros de yoga o unos novios hicieron su sesión de fotos de preboda en las cabañas. «Somos un alojamientos pero también nos ven como un lugar de desconexión para distintas actividades», defiende Alba López. Durante los próximos meses, uno de sus objetivos es potenciar esta parte de la clientela.