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El Aquapark de Cerceda no entiende de días grises

Laura Rodríguez / P. B. CARBALLO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Desde nietos a abuelos, la visita al parque acuático es ya una tradición que traspasa generaciones

18 ago 2023 . Actualizado a las 13:15 h.

No hace sol e incluso se nota un poco de frío, pero eso no es del todo importante para quienes se levantan con la ilusión de visitar el parque acuático de Cerceda, referencia en Galicia.

Abre a las doce y a las once y media de este lunes quedaban ya pocos sitios en los aparcamientos. La gente hace cola, sobre todo los que aún no tienen su tique. Mientras, en paralelo, avanzan todos aquellos que ya compraron su pase a través de Internet.

Mochilas, neveras e incluso mesas portátiles hacen fila en la entrada, la gente llega con todos sus lotes para hacer del Aquapark su casa por un día. La venta de boletos es un buen momento para apreciar la ilusión de los que acuden con su familia o con sus amigos. Los pequeños son los más ansiosos, e incluso manifiestan en voz alta sus nervios por visitar el famoso parque acuático. Se escucha en el megáfono que ya se puede acudir a la zona de baño, y muchos van directos a las colas para tirarse por las atracciones o probar si el agua está a su gusto. A medida que pasa el día, el campo verde que rodea a juegos y piscinas va cambiando de color: allí acaba toda la paleta, a base de toallas de usuarios.

No es de los años que más gente visita el parque, y así lo comentan los que allí trabajan, aunque este mes de agosto están aumentando las cifras e incluso han llegado a completar el aforo algún día. Muchos prefieren que no haya demasiada, porque el tiempo de espera es menor. Los 35.000 metros que componen el recinto cercedense reúnen cada día usuarios de toda Galicia, e incluso de fuera, que aprovechan sus vacaciones por la zona para acercarse a refrescarse. A pesar de que hace más de veinte años que abrió, en el parque siempre hay alguna persona que acude por primera vez, como es el caso de Elena o Sandra, que lo hacen en compañía de sus hijos y amigos.

Apenas se superan los veinte grados y se nota una brisa que hace que algunos se lamenten por el frío. Muchos niños salen del agua tiritando. Mientras, en las colas de los toboganes, algunos agradecen el tiempo: «Es mejor esto que achicharrarse». Siempre hay gustos. Hay quien no nota los cambios de temperatura, no les da tiempo, enlazan una atracción con otra, de un lado a otro, y cuando acaban repiten de nuevo.

El tiempo pasa, pero la gente no es consciente de ello, los niños se acercan para preguntar qué hora es. Sea cuál sea, para ellos aún es demasiado pronto para comer, la euforia les puede.

Cada tobogán es distinto, hay mucha variedad de opiniones sobre cuál es el favorito. Los más populares son la velocidad y altura del tobogán blanco del fondo, el multipistas, donde la gente sale como si acabara de vivir la mejor experiencia de su vida o con un susto que te roba las ganas de volver a subirte. También es muy aclamada la Uve, en la que puedes escoger un compañero para lanzarte al vacío. Hay atracciones para toda la familia, todo el mundo tiene su espacio en las aguas cercedenses, desde los más pequeños hasta los abuelos. Esto es algo que tienen en cuenta la mayor parte de los que se acercan hasta el Aquapark, poder disfrutar con toda su familia en un lugar seguro. Entre los más pequeños, muchos ni superan los tres años, se pueden ver miradas reticentes al tocar el agua, también los hay que dudan si hacen pie si cambian de piscina. Todos los que se cansan, arrugados ya por el agua, se juntan en los columpios del parque.

A parte de aquellos que se mojan y disfrutan del día, haga sol, nublado o llueva, muchos otros no se atreven a sacar la ropa, filman a sus familiares al borde de la piscina, observan desde fuera la alegría de sus parientes. Otros charlan mientras comen, normalmente a ras de suelo, poniéndose al día sobre las últimas aventuras vitales. También los hay que buscan la sombra de los árboles para disfrutar de la lectura. No le falta gente ni al quiosco ni a la cafetería del bar, donde varias personas aprovechan para tomar un refresco o comer. El Aquapark no es solo agua, es una experiencia total. El parque dispone de todos los servicios para el disfrute de los que acudan hasta el próximo 3 de septiembre, día en que cerrará sus puertas por este verano.