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Las casas de alquiler vacacional más codiciadas de Ortegal

ANA F. CUBA MAÑÓN / LA VOZ

VEN A GALICIA

La noche, en temporada alta, va de los 155 a los 200 euros para dos personas

25 jul 2023 . Actualizado a las 14:06 h.

Las vistas, la luz, la proximidad a la playa, la decoración (con un punto divertido y funcional), el aire marinero (buscado con el predominio del blanco y el azul) y la finca de alrededor son algunos de los elementos compartidos por las casas más codiciadas de Ortegal para alquiler vacacional. Es el top cuatro de The Cliffs of Loiba, como explica Víctor Piniés, gerente de esta empresa que surgió de la pandemia y que gestiona medio centenar de inmuebles en esta comarca y en la vecina de A Mariña lucense.

Tres de estas viviendas forman un triángulo escaleno alrededor de la playa de Esteiro, en O Barqueiro (Mañón). Piniés las ha bautizado en inglés, como casi todas las que figuran en su cartera, para atraer al cliente extranjero y, en este caso, además, a gente ligada al surf, el deporte estrella de este arenal salvaje del Atlántico mañonés. En este trío de ases se impone Surf Lodge Esteiro, en la ladera, con dos habitaciones y un baño, un amplio y luminoso espacio destinado a sala de estar, comedor y cocina, y un porche que mira al arenal.

A unos pocos metros se encuentra Esteiro Saltwater Beach, más grande (recomendada para hasta siete personas) y con estancias espaciosas. Cuenta con cuatro habitaciones, dos baños, sala de estar y cocina, y un porche al pie del río Esteiro, que es casi mar. Y un poco más arriba, al comienzo de la carretera que va a O Barqueiro, se erige Bannanas Longboard, el guiño más evidente al mundo del surf, con dos habitaciones y dos baños (pensada para cinco huéspedes), zona de barbacoa y terraza chill out.

En lo más alto de la lista de viviendas más demandadas se sitúa Céltigos Beach Resort, junto a la playa de Bimbieiro (cerca de Espasante, en la costa de Ortigueira). Con tres habitaciones (dos dobles con acceso independiente a sendas terrazas) y dos baños, está concebida para alojar a seis personas; tiene vistas a la playa y dispone de un espacio tipo loft, de techos altos, con la sala de estar, la cocina o el comedor.

La más deseada de las cuatro es también la que más se cotiza, Céltigos Beach Resort, que alcanza los 200 euros noche para dos personas en temporada alta y los 140 el resto del año. En el ránking de precios le sigue Saltwater Beach, por 180 euros noche para dos personas en el período de mayor demanda; después aparece Surf Lodge Esteiro, por 175; y por último, Bannanas Longboard, por 155. En otros momentos del año, estas tres se sitúan por debajo de los 100 euros.

«Todas tienen la misma idiosincrasia, el concepto de playa, surf, luz, ambiente alegre, diversión...», comenta Piniés en alusión a las casas de Esteiro. «Las tres forman un conjunto alrededor de un espacio natural espectacular», subraya. Muchos clientes le confiesan su devoción por Surf Lodge Esteiro: «Cuando salen ya te dicen que la reservan para el año que viene, conviene hacerlo con antelación». Esta y la localizada junto al puente, Esteiro Saltwater Beach, están ocupadas buena parte del año, lo mismo que ocurre con Céltigos Beach Resort. Las cuatro generaron una facturación total de alrededor de 135.000 euros en 2022.

Cada vez son más los extranjeros que pasan sus vacaciones en la zona y el gerente de The Cliffs of Loiba apuesta por este tipo de clientela: «Hago más esfuerzos por estar fuera que dentro, promocionándome fuera también atraigo a gente de aquí. Al final, es una estrategia de negocio». Su intención siempre ha sido ofrecer «una experiencia, un estilo de vida, la ilusión de cambiar de vida, por el contraste de una zona salvaje, paradisíaca [con las urbes de las que provienen la mayoría de sus huéspedes]». Recibe a gente de toda Europa, Estados Unidos o incluso de la India.

Piniés explica que la estancia, en muchos casos, acaba generando inversión en la comarca. «Dos chicas alemanas me escribieron al poco de irse de Esteiro [Surf Lodge] para ver si les podía ayudar a comprar algo por aquí, igual que una pareja de ingleses que viven en Bombay y se quedaron en Céltigos [Beach Resort], me decían que habían vivido en muchas partes del mundo y que el paraíso está aquí», cuenta. Y constata el aumento de la demanda: «En una casa con posibilidades, el recorrido es logarítmico, con los años el interés es creciente».