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O Fuciño do Porco, una de las perlas de A Mariña lucense, visto desde el mar: un espectáculo

Lidia Fernández VIVEIRO/LA VOZ

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Pepa Losada

Esta alternativa para visitar uno de los símbolos de A Mariña está triunfando este verano; hay salidas diarias en lancha desde Viveiro

24 jul 2023 . Actualizado a las 12:47 h.

A las 11.00 horas de un día nuboso y algo fresco, David Seijo pone rumbo con su embarcación a O Fuciño do Porco desde el puerto deportivo de Viveiro. Sus visitas por mar a uno de los emblemas del turismo mariñano están en pleno apogeo esta temporada estival. «Estes últimos días estase notando un aumento no número de visitantes. O teléfono soa máis que o ano pasado por estas datas, así que estou moi contento», confiesa este joven ribadense, al tiempo que intenta tranquilizar a algún pasajero nervioso. «Tranquilos, que eu tamén vou neste barco», bromea antes de zarpar.

A bordo del Vivemar viajan unas diez personas. Un grupo de amigas jubiladas de San Sebastián; un matrimonio de Madrid veraneante habitual en Viveiro; y una familia proveniente también de la capital, aunque ella es gallega. «De Vigo, más concretamente», puntualiza, indicando que es la primera vez que suben a la costa mariñana. Si algo tienen en común todas estas persoans es que van a visitar por primera vez O Fuciño do Porco. Y lo harán desde una perspectiva que solo unos pocos afortunados han podido disfrutar: desde las aguas de la ría de Viveiro, al mismo tiempo que recorren sus principales atractivos, como el cargadoiro, la playa de Abrela, o A Cova da Doncela.

Las ganas de poder disfrutar de las espectaculares vistas eran palpables en el ambiente. Sentados en sus respectivos asientos, cada uno de estos turistas grababa vídeos, sacaba fotografías y reían con sus amigos y familiares. La expectación fue máxima conforme la lancha se iba acercando a los acantilados. Las aguas se empezaron a mover a mayor intensidad. Mari Paz, la representante oficial de las amigas vascas, que ya había visitado la comarca en otras ocasiones, estaba impresionada con el paisaje que se alzaba ante sus ojos. «¿Vamos a pasar por debajo de esa cueva?», preguntó una de ellas a este capitán tan particular. «Ya me gustaría», bromeó él. «Pero por ahí solo pueden pasar embarcaciones pequeñas, de remo», aseguró.

Después de parar la lancha turística frente a las imponentes costas de O Vicedo, el grupo puso rumbo de nuevo al puerto de Viveiro, no sin antes recorrer cada uno de los tramos destacados del trayecto. David Seijo paraba de vez en cuando la embarcación para proceder a dar una explicación a los visitantes, que agradecían poder conocer más en profundidad cada una de las particularidades de las playas y elementos del paisaje que sobresalían a la vista.

Sin embargo, y después de algún que otro debate, la mayoría de pasajeros discrepaban con que Punta Socastro - nombre oficial de este abrupto paraje - se pareciera al morro de un cerdo, por el cual ha sido bautizado.

Una vez en puerto, las sensaciones eran muy positivas. Todos concordaron en que realizar el trayecto por mar te permite disfrutar de la experiencia de otra manera, y estarían dispuestos a repetir.

«Lo mejor que tenéis en A Mariña es que habéis sabido conservar y preservar los espacios naturales tan característicos de la zona», aseguraba Mari Paz, que se ha pasado las última semanas descubriendo los lugares más destacados de la comarca. «Es una zona con mucho potencial», concluye.