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Recorrer España y Portugal en furgoneta con un hijo de 5 años: «Tiene amigos de todos los países»

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

VEN A GALICIA

Luís Ansín, padre del pequeño, da clases de surf en la playa de As Furnas, en Porto do Son.
Luís Ansín, padre del pequeño, da clases de surf en la playa de As Furnas, en Porto do Son. CARMELA QUEIJEIRO

El pequeño Nacho viaja con sus padres, Sara y Luís, en busca de las mejores olas

19 jul 2023 . Actualizado a las 20:24 h.

Sol, salitre y el pecho lleno de alegría. Ese podría ser un buen resumen de lo que supone una jornada cogiendo olas para una familia amante del surf como la que formaron Sara de Santos y Luís Ansín hace 5 años, cuando trajeron al mundo al pequeño Nacho. En este reducido pero unido núcleo el agua salada es más importante que cualquier otra cosa, es el líquido que les corre por las venas insuflando vida a sus corazones.

Por ahora, sus aventuras los han llevado por todo el Norte de España y Portugal en su furgoneta, convertida en una casa sobre ruedas. Un baño completo, literas, cocina y una sala de estar que se convierte en una cama de matrimonio componen un espacio en el que aprovechar cada rincón se convierte en un imperativo. «Al ser bastante grande, cuando nos juntamos con amigos hacemos reuniones dentro».

Para encontrar parajes únicos que no estén atestados de gente, el trío viaja durante los meses del invierno en los que Luís, instructor de surf, está algo más libre y Sara continúa teletrabajando: «Es incomparable levantarte del escritorio y estar al borde de un acantilado o al pie de una playa impresionante».

Educar en la naturaleza

Estas salidas durante el curso escolar no afectan al pequeño Nacho, que debido a su corta edad, puede seguir adquiriendo conocimientos de la mano de sus padres. El niño acude a un colegio basado en el método Montesori, es decir, en aprender experimentando con las manos y asumiendo poco a poco nuevas responsabilidades, lo que combina perfectamente con las escapadas con sus progenitores.

«Cuando el niño falta unos días porque estamos fuera, los profesores nos dicen que lo aprovechemos al máximo, que a esta edad lo mejor es que se empape de vivencias», añade su madre. Y es que el chiquillo, alegre y dicharachero, se ha acostumbrado a conocer gente y tener compañeros de juegos en todas partes: «Tiene amigos de todos los países».

Sara y Luís, con el fin de que no pierda el contacto con ellos, guardan los números de muchas de las familias con las que se encuentran para que los niños hablen de vez en cuando por teléfono. «Es una enorme oportunidad de desarrollo personal», considera de Santos.

Hay veces que, desde los asientos de la furgoneta, una Mercedes de más de diez años reformada por la pareja, Nacho va leyendo carteles o diciéndole a sus padres que quiere bajar para tumbarse en la hierba y mirar el firmamento con ellos: «Es una pasada, puede hablarte de cualquier cosa».

Ahorro

El vehículo, que cada pocos meses se convierte en el hogar de estos ribeirenses, fue comprado hace unos años y sometido a muchas reformas: «En total llevamos 17.000 euros invertidos en ella». Para llevar a cabo estas remodelaciones, la familia ahorra todo lo que puede durante meses para después gastárselo viajando, aunque cuentan que han utilizado algunos trucos para limitar los gastos.

Lo principal para recortar presupuesto fue instalar placas solares, lo que les permite mayor autonomía y contar con electrodomésticos con los que mantener fríos los alimentos: «Lo mejor es que la comida es como la que compras en casa, no es lo mismo que tener que comer de restaurante todos los días».

La pareja piensa que lo más bonito de estas salidas es compartirlas con su pequeño y que aún les quedan muchas olas por coger y destinos que disfrutar con Nacho, que casi es el rey de la carretera con solo cinco años.