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Se busca gerente para reabrir una casa rural del siglo XIX en el corazón de Os Ancares

María Guntín
María Guntín OS ANCARES / LA VOZ

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Pedro está al frente de Casa Quiñones
Pedro está al frente de Casa Quiñones

El emprendedor Pedro Álvarez, que teletrabaja desde el rural de Lugo, busca a alguien que se mude a la montaña: «Podría trabajar menos de 8 horas al día, con mucha autogestión, para recibir huéspedes, acondicionar los apartamentos y disfrutar de la naturaleza»

04 may 2023 . Actualizado a las 17:07 h.

Cuando el emprededor de origen vigués Pedro Álvarez regresó hace casi ocho años a sus raíces maternas en Navia de Suarna, pleno corazón de Os Ancares, para teletrabajar, imaginó llevar una vida tranquila y sin demasiados aspavientos. Ahora puede decir que el rural de Lugo ha cumplido sus expectativas, pero su relación con la naturaleza lo ha llevado a plantear incansable una pregunta: «¿Qué puedo hacer para dinamizar una montaña que cada vez está más vacía?».

Lo primero que hizo Pedro antes de mudarse a Barcia es rehabilitar al completo Casa Quiñones, que data de finales del siglo XIX. Respetó la arquitectura tradicional de la vivienda y de la zona, apostando por la madera y cuidando del más mínimo detalle.

También hizo un coworking con fibra óptica para facilitar el teletrabajo de aquellos que quieran desconectar de la ciudad, y se centró en que los distintos apartamentos que conforman la casa tengan todas las comodidades.

Casa Quiñones abrió como alojamiento rural y, aunque ahora permanece cerrada por la carga de trabajo de Pedro, está buscando un gerente que pueda gobernar el complejo para compatibilizar así su empleo con la reapertura del alojamiento rural, que espera pueda ser este mes de julio. «Yo no puedo con todo, y creo que esta casa merece que se lleve bien y se disfrute, por eso busco un gerente que se encargue de regentar el complejo», cuenta Álvarez.

«Lo ideal sería que venga una persona, que puede vivir en uno de los apartamentos y por tanto, despreocuparse de encontrar una vivienda. Si es una pareja, también podría valorar si le llega el espacio y, en caso de familias, me comprometo a ayudarles para encontrar un lugar en el que vivir cerca de aquí», desgrana Pedro. Su idea es que su socio o socia se encargue de recibir a los huéspedes, de limpiar los apartamentos y habitaciones y de promocionar Casa Quiñones.

Un hórreo habilitado como habitación, pero con todos los lujos

«Actualmente, tengo seis espacios, aunque disponibles habría cinco tras la instalación de mi socio. Son cuatro apartamentos y una habitación. La quinta está dentro del hórreo de la casa, que tiene la forma rectangular tan característica de esta zona y ha sido rehabilitado y acondicionado recientemente. El hórreo forma parte de ese concepto de glamping que tanto está de moda. También tiene baño privado, pero está fuera del habitáculo, digamos», dice el naviego.

Pedro es ingeniero forestal y vive en Barcia (Os Ancares)
Pedro es ingeniero forestal y vive en Barcia (Os Ancares)

«Podría trabajar menos de ocho horas al día y tendrá terreno para huerto y animales»

Pedro Álvarez explica que su futuro gerente de Casa Quiñones podrá autogestionar el tiempo y, posiblemente, trabajar menos de ocho horas al día. «Además, le ofreceré terreno en el que plantar huerto o tener animales. La idea es hacer una cesión del negocio, manteniendo requisitos de calidad para los cuales ofreceré un acompañamiento», dice. 

Pedro se está formando en permacultura y agroturismo, por lo que también ofrece «aprendizaje continuo y desarrollo profesional en este sector que está en auge».

En cuanto a los ingresos, el naviego asegura que el negocio es rentable económicamente, «da para vivir bien», explica.

En Barcia llegaron a vivir más de 100 personas. Hoy no quedan ni 10. Lo mismo ocurre con Navia de Suarna, que hace un siglo tenía más de 8.000 habitantes y, según los datos del INE, a principios de 2022 eran menos de 1.000.

Pedro, que es ingeniero forestal, viajó y trabajó en Europa, ahora, desde su oficina con vistas a Os Ancares, sigue reclamando mejoras para las zonas rurales que permitan dinamizar y, al mismo tiempo, asentar población, puesto que sus apartamentos también están enfocados hacia personas que quieran mudarse a la montaña de Lugo y teletrabajar durante varios meses. «Aquí puedes tener un equilibrio entre el trabajo y el descanso, vivir conectado con la naturaleza, algo que yo aprecio cada vez más», sentencia.