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Jóvenes francesas: «No imaginábamos que las granjas tuviesen ni la mitad de calidad»

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite MAZARICOS / LA VOZ

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ALVITE

Las galas llegaron a Mazaricos para trabajar durante un mes en las explotaciones

20 abr 2023 . Actualizado a las 19:12 h.

En poco más de una década el sector agroganadero barbanzano ha experimentado tal proceso de modernización que ya se sitúa entre los más avanzados y eficientes del continente. De hecho, si hasta hace relativamente poco tiempo los profesionales de la zona se sorprendían con la calidad del ganado, las instalaciones o la maquinaria cuando visitaban a sus colegas franceses, ahora son estos los que se admiran por el grado de excelencia que ha alcanzado la producción láctea en la comarca.

Esa es, al menos, la sensación que se llevarán a tierras de Bretaña, Lenaïg LeProux, Maya Lanmmuzel-Plessand y Sarah Le Blan, tres jóvenes estudiantes del IREO (Institut Rural d’Education et Orientation) situado en la localidad de Lesneven, que están apunto de finalizar su estancia de un mes en granjas barbanzanas.

«Sabíamos que esta zona era una potencia en la producción lechera, de las mejores de Galicia, pero nunca imaginamos que tuviesen ni la mitad de calidad. Ya no solo por las excelentes instalaciones, sino también por el elevado grado de profesionalidad de los ganaderos», apunta Sarah Le Blan, que realiza su período de formación en la ganadería mazaricana Sar de Serráns donde lleva a cabo las mismas tareas que cualquier otro empleado.

«Aquí é unha mais, fai exactamente as mesmas tarefas que facemos nós. Sorprendeunos o ben que se desenvolve en todo porque, aínda que non tivera anteriormente contacto con este sistema de traballo, chega con explicarlle unha vez as cousas para que as faga ben. Estamos moi contentos con ela e vainos quedar pena cando marche», apunta Yolanda Beiro, socia de la explotación y tutora de la alumna durante su estancia en tierras mazaricanas. Valoración que dice compartir totalmente, Daniel Antelo Rial, de ganadería Xesteiro de Zas, otra de las explotaciones que acogen alumnos extranjeros.

Responsables y con ganas

«A pesar da súa xuventude —tienen entre 16 y 17 años— son moi responsables e véselles con moitas ganas de aprender, de querer aproveitar o tempo», señala el responsable de esta granja que destaca por la elevada calidad genética de su rebaño, un aspecto que no ha pasado desapercibido para Lenaïg LeProux.

«Me encantan las vacas y ver animales con esta calidad es una maravilla y, en mi caso, una suerte. Quiero aprovechar para felicitar al dueño de la explotación que me acogió y a las otras que también pude visitar porque se ve que han realizado un trabajo de selección extraordinario durante los últimos años», apunta la joven gala que participa en este programa de intercambio de alumnos, coordinado por el Centro de Promoción Rural-Efa Fonteboa.

Precisamente, una de las señas de identidad de este centro educativo, pionero en la puesta en marcha del programa Erasmus+, es la posibilidad que ofrece a sus alumnos de estar en permanente conexión con la realidad profesional ya no solo de su entorno, sino de zonas punteras de otros países.

«Quien mejor forma a un futuro profesional es otro profesional y nuestra función, además de la específica docente, es buscar colaboradores capacitados que aporten su experiencia y conocimientos  a los alumnos», explica Luis García, director de Fonteboa, que señala que durante el presente curso se han llevado a cambio intercambios de alumnos con diferentes centros de Francia, Irlanda e Italia.

«Son programas complejos en lo relativo a la organización y gestión de estas movilidades pero que consideramos merecen la pena ya que reportan resultados muy positivos para la formación de los alumnos», destaca este responsable educativo. También resalta la implicación de las familias y de otros muchos profesionales que valoran la oportunidad de formación que supone acoger a alumnos en sus casas y en sus explotaciones.