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La familia brasileña que encontró en Galicia y en los bolsos la felicidad

Loreto Silvoso
LORETO SILVOSO

VEN A GALICIA

Ven a hacer tu bolso conmigo. Así se llama el taller que han montado estos dos arquitectos brasileños reconvertidos en felices artesanos en Pontedeume. Los fundadores de Castaño Store te enseñarán las técnicas idóneas para trabajar el cuero y crear la pieza perfecta

19 abr 2023 . Actualizado a las 17:30 h.

Esta historia comienza hace veinte años en Brasil, cuando Paula Carneiro da Silva y Yuri de Vargas Muniz acabaron su carrera de arquitectura y se lanzaron a buscar la felicidad por el mundo adelante. Tras once años viviendo en Barcelona, se convencieron de que su sueño pasaba por dedicarse a la artesanía y al diseño de producto en un lugar donde la naturaleza fuese un arte, como Galicia. Hicieron las maletas y se instalaron (previo paso por el Molino de Cerceda) con sus tres hijos, dos caniches, un dóberman y dos bicicletas en la preciosa Pontedeume, donde han encontrado el lugar perfecto para desarrollar su verdadera vocación.

 Crearon Castaño, una marca de productos hechos con cuero y madera con la que fabrican de manera artesanal bolsos, pequeños muebles, objetos para el hogar, complementos y accesorios. Además, su espíritu innovador les ha llevado a crear el taller Ven a hacer tu bolso conmigo, con el que enseñan a los interesados (de dos en dos, que el asunto es personalizado al máximo) las técnicas básicas para elaborar su propio producto. «Pocos materiales ofrecen tantas posibilidades para lograr piezas estilizadas, duraderas y que mejoren con el tiempo como el cuero», afirman en la presentación del curso. «Trabajar el cuero y desarrollar piezas funcionales con tus propias manos es un arte lleno de secretos, pero es accesible para todos los que tienen paciencia, motivación y cuidado por los detalles». 

El color del cuero

El nombre de la firma homenajea al frondoso castiñeiro que Paula y Yuri veían por la ventana en la primera casa que alquilaron cuando llegaron a Galicia (y que, en realidad, era un muíño). «Para nós é a árbore autóctona máis representativa da cultura galega, fonte de alimento e de madeira. No noso caso, ademais, representa unha cor, a cor do coiro», explica Paula haciendo gala de un perfecto galego. Enseguida cambia al castellano para narrar su decisión de vivir en Galicia. «Al casarnos en Brasil en el 2014 decidimos trasladarnos a España, cambiar de actividad y dedicarnos a la artesanía, para poder desarrollar nuestra pasión por el diseño y el hecho a mano». En el 2017 fundamos Castaño Leather & Wood, marca de productos elaborados con el cuero y la madera.

En vez de regresar a una gran ciudad como Barcelona, optaron por buscar un sitio más tranquilo y más verde donde seguir dando rienda suelta a su felicidad. Y lo encontraron junto a la ría del Eume. «Estamos en pleno casco histórico de uno de los pueblos más bonitos de Galicia: Pontedeume». En el número 22 de la calle San Agustín está ubicado el taller donde fabrican sus bolsos (que también venden por la web y por su Instagram) y donde imparten sus originales cursos de formación.

Paula es el alma de Castaño, extremadamente preocupada por la calidad y por alcanzar la perfección en cada producto que realizan. Con su entrañable sonrisa y su dedicada atención, logra meterse en el bolsillo (y cómo no, en el bolso también) a todos los clientes que pasan por la tienda.

Su formación como arquitecta la hace experta en desarrollar nuevos modelos de bolsos y mejorar continuamente los patrones. El cuidado que tiene con los detalles, la honestidad a la hora de rehacer cuantas veces sea necesario una puntada, se ve reflejado en cada producto de Castaño. Por su parte, Yuri es un apasionado de la madera. Tanto que, al no lograr convalidar su título de arquitecto cuando llegó a Galicia, decidió realizar un ciclo superior de Formación Profesional especializado en ebanistería y, en la actualidad, compagina su trabajo en el sector de la carpintería en A Coruña con el apoyo que le presta a Paula en sus ratos libres en su labor artesanal en Castaño. Además de diseñar y coser también es el fotógrafo, el gestor y el webdesigner de la firma. 

Dicen que en Pontedeume están muy contentos porque les encanta Galicia y los vecinos les han acogido «superbién». Paula asegura que la gente de la vila es muy amable, «aunque cuesta mucho arrancar un negocio y encima con tres hijos tan pequeniños: Benjamín (7 años), Joaquín (5 años) y Mateo (3 años)».

El curso va «sensacional»

Seguro que algún día crecerán, pero de momento en este taller de Pontedeume todo pasa por las manos de Paula y Yuri. «Cada uno se encarga de un objeto y lo trabaja de principio al fin. Desde la concepción del diseño del producto, pasando por el patrón, la selección de la piel, el corte, el cosido hasta el acabado y el empaquetado. Garantizamos así la calidad y la personalidad de cada producto, único e inconfundible», sostiene Paula, que ahora está entusiasmada por haber puesto en marcha los cursos de formación para fabricar bolsos personalizados en su propio taller y en la agrupación instructiva de Caamouco (Redes), donde también imparte formaciones artesanales una vez a la semana. «El taller de bolsos va sensacional y los alumnos salen muy contentos», dice Paula. En total son 20 horas de trabajo laborioso con una materia prima que es cara por su enorme calidad, por lo que el coste del taller es de 200 euros. «Trabajamos el mejor cuero curtido al vegetal del mundo. Todas nuestras pieles poseen certificado de garantía y procedencia del Consorzio Vera Pelle. Buscamos entre los mejores curtidores de la Toscana las pieles que más se adaptan a cada tipo de trabajo, en función de su acabado, flexibilidad, colores y espesor. Nuestras pieles provienen de las Concerias Walpier, Badalassi y Tempesti».

Según Paula, las personas que han participado hasta ahora en el curso Ven a hacer tu bolso conmigo buscan experimentar con el diseño artesanal y apuestan por realizar bolsos muy diferentes. «Mis alumnos me dicen que se sienten tan orgullosos de haberlos realizado con sus propias manos que no los venderían por nada del mundo».