El artesano Xabi Garrido presenta en la Arribada sus nuevos distintivos
04 mar 2023 . Actualizado a las 00:18 h.La concha de vieira parece hoy un objeto casi imprescindible para el peregrino cuando realiza su ruta. Al margen del valor testimonial que tiene el distintivo, un artesano de Oia ha apostado por imprimirle una funcionalidad añadida al símbolo universal del Camino de Santiago. Xabi Garrido, cantero oiense que ha hecho del arte rupestre su forma de vida y que cuenta con un taller propio junto al a ruta jacobea, ha ideado y confeccionado las primeras conchas reflectantes. «Ya hay muchos peregrinos que quisieron llevárselas al pasar por Oia y, como tuvieron tanto éxito, tuve que hacer una remesa nueva para la Arribada», explica el artista pincel en mano.
«La idea se me ocurrió porque comparto a diario y conozco peregrinos que salen de madrugada o llegan de noche en zonas con tráfico y pensé que las conchas podrían servir también para hacerse ver y evitar riesgos porque con las mochilas, los chalecos tampoco son tan útiles», indica el artesano, con más de treinta años de trayectoria.
Las nuevas conchas reflectantes forman parte de la obra con la que hoy acude a la Arribada, el principal escaparate para los artesanos y canteros de la zona como él. «Creo que estas piezas gustan porque son útiles y diferentes, sin perder el valor artístico de cada concha, que es algo especialmente valioso para los caminantes», considera Xabi Garrido.
El artista somete a una profunda limpieza todas las conchas que recibe desde bares y restaurantes de Baiona, Oia o la comarca de O Morrazo. «Es muy importante lavarlas bien, así que las dejo en agua y las repaso al menos dos veces en días distintos. Solo entonces, ya secas, les hago un agujero con una punta de acero para poder colocar el cordel, ya que los peregrinos cuelgan las conchas de las mochilas», explica. Después, pinta cada pieza de color blanco y le aplica polvos reflectantes «como los que se utilizan para las carreteras». Debe dejarlas secar antes de volver a pintar sobre ellas. Tiene varios modelos y diversos colores, pero los tres temas básicos son la espada de Santiago, un trisquel y un solpor. «Todos los peregrinos que la han llevado ya me dicen que están encantados», confirma ilusionado.
Pionero en la reproducción a escala de las piezas de arte rupestre más significativas de la provincia su colección ha grabado una colección de más de 2.000 petroglifos y, entre hoy y mañana, cuantos se acerquen a la Arribada podrán ver su trabajo en directo en la zona de artesanos en piedra. «Mi trabajo está vinculado a la piedra, al mar y a las conchas», dice. «Todos los días dedico tiempo a limpiar el mar y, tras más de dos décadas trabajando solo la piedra, ahora la combino con las maderas que encuentro en el agua», explica. En su casa taller de Oia expone gran parte de sus obra, pero también puede ver cómo peregrinos, vecinos y turistas, disfrutan de su misma perspectiva sobre la silla que asentó durante el confinamiento en la Pedra Rubia, esa roca rojiza y redondeada, referencia para los marineros de Galicia y Portugal.