Las procesiones del Carmen regresan por todo lo alto, y con una declaración de amor
VEN A GALICIA
En la fiesta de Camariñas un joven pidió matrimonio a su pareja con una pancarta en un barco y la futura novia, que estaba en otro, aceptó la propuesta
17 jul 2022 . Actualizado a las 12:20 h.Marín, Camariñas, Bueu, Foz, San Cibrao, Sada, Mugardos, A Illa de Arousa, Cambados, Corme, Corcubión, Cee, Mugardos, Sada... La Galicia marinera volvió a celebrar ayer la fiesta del Carmen después de dos años de pandemia en la que los barcos o bien salían en procesión a medio gas o directamente no lo hacían.
Ahora sí. Después del alivio del levantamiento de las restricciones, las embarcaciones salieron de nuevo engalanadas en procesión para llevar a la Virgen del Carmen con numeroso público a bordo. Eso sí, manteniendo los límites y las normas establecidas desde hace años para garantizar la seguridad. Fue una jornada como las de antaño, quizás más multitudinaria aún y favorecida por el buen tiempo que dominó en toda Galicia, pese a las brumas de la mañana, especialmente en la costa norte. Todas las procesiones fueron multitudinarias, pero especialmente la de Camariñas, una de las de mayor arraigo y tradición en la comunidad.
Además de honrar a la virgen del Carmen, la fiesta de Camariñas es una ofrenda a todos los marineros que perdieron la vida en el mar. Este es el objetivo principal del día, que se expresa durante el servicio de misa, la propia procesión y también en uno de los momentos más identitarios de la jornada: la danza de arcos. Sesenta hijos de marineros se reúnen para bailar y honrar a sus antepasados. Es uno de los instantes más especiales y esperados de la celebración, y a él contribuyen integrantes de todas las edades. Luis Castro (20 años), lleva danzando desde los 16: «É moi especial para o noso pobo, só se fai unha vez ao ano, polo Carme». También Fabián Canosa (33), que lleva más de diez años bailando, incidía ayer en eso: «Non é só bailar, está ligado ao sentimento que temos todas as familiar de mar, perderamos a alguén nel ou non».
Entre la emoción de la gente y los cantes de «Viva a Virxe do Carme!», la procesión avanza desde la iglesia de San Xurxo hasta el muelle, siempre liderada por los 200 metros de arcos que la dirigen hacia la parte marítima del trayecto. Este año, el barco que portó la imagen fue el Os Toba, con Bruno Toba (42 años) de patrón. «É todo un orgullo poder levar a Virxe» afirmaba, sintiéndose afortunado. El barco, como tantos otros, estaba repleto de familia y amigos.
La ruta enfila hacia el centro de la ría, donde se lanzan al mar coronas en honor a los marineros que ya no están. Como siempre, fue el patrón mayor quien hizo los honores. Así, Marcos Pasantes tiró al agua la primera corona. La procesión marítima este año incluyó, además, un momento inesperado: una propuesta de matrimonio, una pedida de mano. Desde el barco Lago Dos, José Luis Carballo levantó una pancarta en la que se leía: «Noelia, quieres casarte conmijo». La futura novia, Noelia Martínez, que estaba en otra barca, se subió al Lago Dos y aceptó la propuesta de José Luis. «Quixen facelo hoxe porque xusto fai 11 anos, coñecémonos nas festas do Carme», explicó el novio. Dieron todos los detalles, aquí.
Tras dos visitas a los pueblos vecinos de Muxía y Merexo repletas de bombas y bailes, los barcos vuelven al puerto para acabar la celebración por todo lo alto. Camariñas siempre ha vivido y vivirá esta fiesta de una forma única. Nuria Pose (37) lleva toda su vida asistiendo a ella: «No pobo houbo moitos mariñeiros náufragos, a nosa forma de honralos é coa festa máis grande». Y como Noelia, cientos de vecinos que vierten su pasión y emoción en esta devoción al Carmen y en el recuerdo a los suyos.