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Miguel Taín Guzmán: «Interesa una estadística de los santiagueses que hicieron la Ruta»

Irene Martín SANTIAGO

VEN A GALICIA

Andrea Regueiro

El profesor dirige el curso de verano «Lecciones jacobeas», que se celebra esta semana en el Museo das Peregrinacións

18 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Camino, el Peregrino y el Patrimonio ante los retos del Covid-19 es el título de las décimo terceras Lecciones Jacobeas Internacionales. Están organizadas por la Cátedra del Camino de Santiago de la USC, que dirige Miguel Taín Guzmán (Pontevedra, 1967).

—¿Cómo ve el Camino y las peregrinaciones en la actual coyuntura del 2022?

—El Camino está de moda. Se ha convertido en un fenómeno de masas internacional. La masiva llegada de peregrinos, como nunca en su historia, debe ser un orgullo para las instituciones que lo gestionan y, al mismo tiempo, un motivo de preocupación. Se corre el peligro de morir de éxito en el sentido de que el Camino pierda sus valores, su identidad, de itinerario cultural, patrimonial y espiritual, esto último en el sentido amplio del término. Así, hay que estar atentos y buscar las soluciones y reaccionar dando lo mejor de nosotros mismos para que el Camino sea siempre un lugar de encuentro y de construcción de Europa y de un mundo global.

—¿El año próximo, cuando ya no sea jubilar, en qué se deben afanar las administraciones?

—En cuidar y potenciar la figura del peregrino y la hospitalidad hacia él, como agentes que conforman la identidad del Camino de Santiago. En seguir restaurando y rehabilitando el patrimonio histórico del camino. En potenciar la investigación multidisciplinar del Camino de Santiago y la peregrinación. En desarrollar programas de difusión. En suma, debemos afanarnos en planificaciones viables y sostenibles que se mantengan en el tiempo.

—¿Aumentan los estudiosos de referencia? Da la sensación de que no pasamos de Robert Plotz, en paz descanse, y Paolo Caucci.

—Ellos son dos de los grandes referentes de la investigación sobre el Camino y la peregrinación en Europa y sus líneas de trabajo han servido para estimular a las generaciones de investigadores que han surgido después. Muestra de ello es que la Cátedra del Camino de la USC ha financiado la base de datos Red Jacobea, realizada por la profesora Paula Pita, donde se recogen los principales estudiosos de la investigación jacobea. Cada año se actualiza con nuevos nombres y publicaciones de investigadores jóvenes de universidades y centros de investigación internacionales.

—¿Y se han incorporado los blogs y redes sociales a los estudios y trabajos académicos como materia habitual de seguimiento?

—Por supuesto, dado que hoy en día son fundamentales estos canales de comunicación. De hecho, todos los académicos tenemos nuestros trabajos más importantes en ORCID y academia.edu.

—¿Será oficial la ruta jacobea, bendecida por la Iglesia, de la ría de Muros-Noia?

—El trabajo que desarrolla la Cátedra con los Caminos de Santiago y la peregrinación es académico, en colaboración con universidades y centros de investigación. No nos corresponde tal determinación oficial. Acaba de aparecer en Italia un relato de un veneciano del siglo XVI que va a Santiago desde Muros.

—¿Podría decir, de todas las rutas, las ciudades, no pueblos, que mejor acogen a los peregrinos?

—Todas las ciudades acogen bien a los peregrinos, salvo cuestiones puntuales. Cuando hago trozos del Camino con mis estudiantes o en mi tiempo libre o trabajo de hospitalero «de incógnito», el balance global es siempre positivo.

—Usted ha reconocido un déficit de Santiago en este sentido.

—La población de toda la vida de Santiago está abandonando el centro histórico de la ciudad y mudándose a la periferia. Cada día la ciudad histórica está más y más vacía de vecinos. También hay una transformación rápida de los negocios orientados exclusivamente a los turistas y los peregrinos, en detrimento de los negocios y oficios tradicionales que conformaban nuestra identidad. Hay signos preocupantes de cansancio de los compostelanos ante esta situación de la que se hace responsable a la figura del peregrino cuando en realidad no lo es.

—Pero diga alguna propuesta constructiva.

—Pues se debería crear un programa de apertura de las iglesias de Santiago, así como el patrimonio privado conventual; algo que interesa por igual a peregrinos, turistas y vecinos. Diseñar más rutas temáticas y consolidarlos. Y una gran carencia que tenemos, que debería ser fácilmente corregible, es disponer de una agenda cultural completa de tanta actividad que hay en la ciudad.

—¿Hacemos los santiagueses el Camino?

—Hay que conseguir que haya una estadística de cuantos compostelanos han hecho y hacen el Camino. Nos llevaríamos una sorpresa, porque mi impresión es que muy poca gente lo ha hecho.