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Estos chiringuitos ya se pueden disfrutar en primavera

Patricia García / Susana Acosta / Carlos Crespo

VEN A GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

No son solo para el verano. Quién no sueña con vivir en ellos durante las vacaciones. Pues ya no tendrás que esperar. Te presentamos algunos de los que ya te reciben con los brazos abiertos

22 may 2022 . Actualizado a las 18:10 h.

¿Quién dice que los chiringuitos son para el verano? Aquí te presentamos cinco ejemplos para que te des de bruces con la realidad. Porque en primavera también puedes refrescarte con los pies en la arena, mirando el mar. El chiringuito ya está aquí. ¡Chi... chi-chi-chi... chi-chi-chi....! ¡Ay! Si Georgie Dann levantara la cabeza...

Este pequeño habitáculo, normalmente de madera, que sirve refrescos, cócteles, bebidas y comida típica de playa es música celestial para nuestros oídos. Y ya no podrás quitarte el estribillo de la cabeza hasta que el otoño te dé la bienvenida. Es sinónimo de buen rollo, buen tiempo, buena compañía y, también, buena música.

BASILIO BELLO

Para buen ambiente, el que te encuentras en el Area Chill Out, en el paseo marítimo de la playa en Malpica. Un clásico de la localidad y un lugar para pasar horas y horas frente al mar. Allí sus dueños, Andrea Cameán y Tono García, siempre tienen una sonrisa para recibirte. «Este ano cumprimos sete anos». Acaban de iniciar la temporada y están más ilusionados que nunca porque, después de dos años de pandemia, el espacio recupera su decoración habitual: «Este vai ser o primeiro ano sen restricións de aforo e medidas de distancias de seguridade e imos poder recuperar a decoración orixinal. Tiñamos uns sofás e unas mesiñas de madeira que fixera Tono e que imos colocar de novo. Estamos moi ilusionados». Es sábado y la primavera regala un excepcional día de 30 grados en la Costa da Morte. Andrea prepara con ritmo batidos para que los primeros clientes de la temporada se refresquen. Las bebidas a base de frutas, y muy fresquitas y refrescantes, son una de sus especialidades. También la coctelería, llena de color y a temperatura perfecta, y el café. «Un dos que máis éxito ten é o batido de Oreo, que lles flipa aos nenos e aos non tan nenos. Tamén temos un café de calidade, 100 % arábica, que sempre intentamos servir con moito detalle e ben feito». Abren desde las doce del mediodía hasta la noche. El chiringuito es el lugar perfecto para la sobremesa después de comer en el otro local que Tono y Andrea abrieron el año pasado en Malpica: el restaurante Material, especializado en pescado y carne a la brasa. Como dirían allí, Area Chill Out es un chiringuito para pasar «un diazo material», casi con los pies en la arena, una limonada fresquita en la mano y el sonido de las olas del mar de fondo.

ESPIÑEIRO, EN MERA

MARCOS MÍGUEZ

«Es un local que lo definiría como el clásico chiringuito». El de Espiñeiro tiene todos los elementos para ser el bar de playa que todos nos imaginamos cuando soñamos con un día de solazo y vacaciones: mesas a pie de playa a las que accedes desde la arena, una carta con raciones para compartir y vistas directas al agua turquesa de la playa de Espiñeiro, en Mera (Oleiros). «Funcionamos casi con energía solar: si hace bueno, hay mucha gente, aunque sea en marzo», cuenta Andrés García, el propietario. Inició la temporada ese mes, abriendo los días que hacía sol y avisando a clientes habituales a través de un grupo de WhatsApp. Ahora abre todos los fines de semana. Uno de sus fuertes es su cocina, que funciona de forma continuada desde la una de la tarde. «Tenemos una carta sencilla, de playa, con platos que recuerdan a verano, como pimientos, tortilla, parrochas, filetes empanados, ensalada, rabas de calamar, empanada o croquetas», dice. «Una de las cosas que más destaca del local es la ubicación: estamos encima de una playa muy bonita y resguardada. Puedes venir a comer, también a tomar una merienda-cena, una cerveza, un helado o quedarte a ver cómo se pone el sol», añade. Y cuenta que durante la primavera también «se trabaja bien»: «Si hace bueno, se parece mucho al ambiente de verano». Él ya está acostumbrado a vivir pendiente del tiempo: «Es una forma de negocio y de vida diferente», siempre listo para que cualquier fin de semana de primavera con sol se pueda convertir en un gran día de veranazo gallego.

PORTO DO SON

MARCOS CREO

De buena onda también saben mucho en una de las playas más cinematográficas de nuestra geografía, la de As Furnas, en Porto do Son. Allí nos recibe con los brazos abiertos el Chiringo Surf As Furnas, gestionado por Manuel Tomé. «En esta playa fue donde Alejandro Amenábar grabó Mar Adentro, y también aparece en algunas escenas de la serie Fariña», comenta. Así, con esta presentación ya se sabe que la fuerza de la naturaleza de Barbanza es la protagonista absoluta. Pero, en este local, además de las vistas, saben muy bien alimentar el cuerpo. La cocina abre de forma ininterrumpida desde las nueve de la mañana hasta las once de la noche. ¡Que no se diga que te quedas sin comer! Además, en este mes, puedes ir todos los fines de semana, puentes y festivos. Pero a partir de mediados de junio, quien tenga mono del chiringo de As Furnas ya puede ir todos los días.

Uno de los platos fuertes de este local con encanto son los desayunos saludables. Cuentan con una gran variedad de tostas para meterte entre pecho y espalda. Entre las que tiene más adeptos se encuentra la de aguacate, tomate y jamón serrano. También hay boles de fruta natural y batidos hechos al momento, incluso una buena variedad de cafés. Así cualquiera afronta el día con optimismo.

Luego ya, a la hora del aperitivo, el rey es la cerveza y las raciones, sobre todo, la tortilla de patatas recién hecha. Pero a partir de esa hora, ya se te empieza a hacer la boca agua con los bocadillos. El trifásico se lleva la palma, de lomo, bacon y queso. Y entre los sándwiches, el especial, tipo gourmet. Pero, sin duda, el momento mágico del día es el sunset. Y ahí, mandan las copas y los gin-tonics. Además, los sábados están amenizados por un DJ. Y ya no querrás irte del paraíso hasta que cierren.

EN CANGAS

Oscar Vázquez

La Jaima de Rodeira es uno de esos clásicos del verano, pero también de la primavera, en Cangas. Este chiringuito todoterreno, muy playero, pero también muy urbano, te permite poner los pies en la arena lleves puesto el bañador o vengas de dar un paseo por el centro de esta villa marinera. Y es que el arenal en el que se encuentra este local está situado en el centro neurálgico del municipio. «Este es el décimo verano que lo tengo abierto. Empecé con una caseta de plástico de helados y unos palés que pinté yo y cada año fui poco a poco haciendo un poquito más. Ahora es un chiringo de madera de dos plantas. Tenía 26 años, estaba en el paro, solicité para montarlo y conseguí el concurso y desde ahí, pues llevo ya diez veranos», comenta su dueña, Natalia Fernández.

Si por algo gusta ir a este chiringuito con encanto es por el cariño y el detalle que Natalia le pone a todo lo que hace en él. «Siempre me dicen que está superbonito. Además, la parte de arriba es como una zona vip y le encanta a la gente porque tiene unas vistas superchulas», comenta.

En este chiringo triunfan los mojitos. Aunque salen todo tipo de bebidas, helados y cócteles a lo largo del día. Desde este mes puedes dejarte caer por allí por la tarde, y durante los fines de semana cualquier hora es buena para refrescarte con vistas al mar. Además, por lo que se ve en lo que va de primavera, este año hay ganas de disfrutar. «Incluso hay gente que viene de Tui, de Vigo, de Salceda y de Porriño», comenta esta joven emprendedora que durante el fin de semana dice que ya está full time: «Por las mañanas vienen más al vermú y las cañitas. Y luego, después de comer. Pero es continuo porque como hay gente que come a las dos, otros a las tres y demás, pues ya se une el aperitivo con la hora del café y, a lo mejor, ya alguien se toma una copa. Y después cañas, refrescos, helados, de todo...». Y así hasta que llega la puesta de sol.

ENTRE EL MAR Y EL CIELO

MONICA IRAGO

Lo primero que sorprende al llegar al Areoso Beach Club son sus hechuras. Un inmenso pinar entre peñascos rocosos del que se aprovechan todos sus rincones. Las mesas, salpicadas aquí y allá, se integran armónicamente en el entorno natural de punta Quilma, en A Illa de Arousa. Solo la barra permanece bajo techo. El resto, absolutamente todo, está al aire libre. Incluso la cocina.

Bromea Rubén García, cocinero y propietario del Areoso, junto a David Mochales y Waldo Otero, que la suya debe ser la única cocina de Galicia que no tiene extractor y que no huele.

Un espacio cuadrado, dotado de todo lo necesario en una cocina —excepto el extractor—, ocupa el centro del pinar. En él, Rubén cocina a la vista de todos. Realmente es un espectáculo. Que no tendría sentido por sí mismo si los platos que desde allí se proponen no fueran lo que son. «Cuando el año pasado abrimos el chiringuito teníamos claro que nuestra propuesta gastronómica tenía que ser completamente diferente. Apostamos por el producto de cercanía y de temporada. Sobre todo por las verduras y los pescados», dice. Para aprovisionarse de vegetales de la zona visita cada mañana a Celina, su placera de confianza. «Y tenemos dos o tres marineros de A Illa que nos traen lo que hayan pescado ese día», comenta.

Sobre esos fundamentos se basa una carta sencilla, pero desbordante de tentaciones. Con un apartado de entrantes con propuestas como los puerros en vinagreta cítrica, el humus de remolacha y chips vegetales o la ensalada de langostinos y salsa de aguacate. Otro, bautizado «Del mar», ofrece, por ejemplo, mojama con trufa marina y piñones, berberechos a la sartén o zorza marina. El de mejillones los ofrece al chili, en escabeche suave o incluso una meji-burguer ecológica. Los woks pueden ser de curry veggie mar y montaña, de chipirones y langostinos, de rape y pimientos o pad-thai de berberechos, entre otros. Añádanle un par de platos de carne y los dulces. Y por encima, ninguno de estas generosas propuestas supera los 15 euros. La oferta del Areoso se completa con una carta de cinco cócteles: mojito tradicional y de albariño, piña colada, daiquiri de fresa gallega y sex on the beach con arándanos ecológicos.

El Areoso Beach Club dispone además de un servicio de alquiler de kayaks y de bicicletas. De momento, el chiringuito abre solo de viernes a domingo. A partir de San Xoán abrirá todos los días.