La Sociedad Española de Geología promueve una ruta para entender la huella geológica de 500 millones de años en el glaciar de Piornedo
07 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La comarca de Os Ancares ofrece las suficientes posibilidades turísticas como para convertirse en un lugar de parada de primer orden. Son famosos sus valles y montañas, sus aldeas con pallozas, sus rutas de senderismo por las cumbres o por las gargantas de los ríos o sus recorridos ciclistas, recogidos en varias plataformas de cicloturismo. Pero hay otro aspecto, la geología, que la convierte este fin de semana en un lugar de encuentro, hasta el punto de que ya están cubiertas todas las plazas hoteleras de la zona de Piornedo.
Este sábado 7 y domingo 8 de mayo, la Sociedad Española de Geología, con el apoyo del CSIC, promueve en Os Ancares uno de sus conocidos como «geolodías», una iniciativa que desde el 2011 el primer fin de semana de mayo todas las provincias españolas son escenarios de rutas para enseñar la huella de la tierra en nuestros paisajes más cotidianos.
La sociedad ha elegido Os Ancares para que los setenta participantes de esta ruta (vendrán de las cuatro provincias gallegas, León y Asturias) comprendan los cambios geológicos que se produjeron en un paisaje tan reconocible. La inscripción se abrió hace dos semana y en seis minutos se cerró la convocatoria. El guía será el arousano Francisco Canosa Martínez, investigador y doctor en geología por la Universidad de Oviedo, y especialista en yacimientos minerales, mineralogía y petrología del Noroeste de la Península Ibérica.
«Os asistentes poderán ver os materiais que no seu momento foron os antigos sedimentos cando Os Ancares estaba no fondo do mar e na parte sur do planeta, e que coa dinámica das placas tectónicas acabaron viaxando no tempo ata o que se pode ver agora», explica el geólogo Francisco Canosa.
Ese viaje geológico comenzó hace 500 millones de años, pero el gran choque de dos supercontinentes, hace 350 millones de años, fue el que provocó la formación de las cordilleras. «Produto de grandes presións e da calor, ese sedimentos foron creando as rochas que hoxe se poden ver nos Ancares, especialmente as cuarcitas e as lousas, o espazos graníticos, como o de Piornedo», explica Canosa.
La ruta de este fin de semana lleva por título «De regreso á derradeira glaciación». Los visitantes podrán conocer los valles, las montañas, los lagos y las cuñas de los glaciares y su huella en el paisaje que hoy se puede contemplar, formado especialmente hace unos 20.000 años. «Trátase de poñer ollos aos cambios que houbo nestas montañas e que foron moldeando este vales tan recoñecidos», señala el geólogo gallego.
Esta es la ruta que se propone
La ruta geológica por Os Ancares tendrá seis paradas, según la guía diseñada por el propio Francisco Canosa.
Pico da Torre
Se trata de una roca cerca de Piornedo que permite observar de una manera muy clara y completa el valle glaciar que lleva el nombre de esta aldea de Os Ancares. En la cabecera se puede ver la zona de acumulación, donde se hallan las cumbres de Pena Longa, Mostallar y Pico de Lanza. «Despois adiviñase un val cun característico perfil en U (propio da erosión glaciar) ao seu paso por Campo Redondo». Y en la zona terminal se pueden ver acumulaciones de grandes rocas redondeadas, morrenas de retroceso originadas al final de la última glaciación, «e polo tanto inicio da fase de desaparición do glaciar de Piornedo, al igual que todos os glaciares do Noroeste da Península Ibérica».
Fonte do Torrón
En la primera parte del sendero que conduce hasta el pico Mostallar se hallan afloramientos de rocas graníticas, reconocible en el paisaje por su forma de bollos. La presencia del granito en Os Ancares es escasa, se limita a la zona de Piornedo y Moreira. En este punto el caminante puede ver el proceso de formación de esta roca magmática y su conversión en granito arenoso, el conocido popularmente como «xabreo». «Este granito dos Ancares orixinouse como consecuencia da intensa calor producida polo choque de dous antigos continentes, Laurusia e Gondwana fai 300 millóns de anos. Esa calor, que superaba os 800 grados, fundiu diferentes materiais da codia terrestre e o magma resultante ao arrefriarse a profundidades de máis de 10 quilómetros deu lugar ás rochas que estamos a ver actualmente nesta parte dos Ancares lucenses».
Campo Redondo
En esta pequeña zona de llanura, a unos 1.300 metros de altitud y en el medio del valle glaciar de Piornedo, se fue rellenando con materiales recientes transportados por el río de Campo Redondo, formándose una terraza constituida por cantos de cuarcita y en menor proporción lousa, pero también arenas y arcillas. «Nesta mesma ladeira do Pena Longa son moi visibles as pegadas deixadas polo periglaciarismo, é dicir as orixinadas pola conxelación e desconxelación da auga, e iso vese en forma de canchais, campos de bloques ou glaciares rochosos».
Pedras Apañadas
Una vez pasada la campa de Campo Redondo, en los cortes del camino se puede ver un material de matriz arcillosa con abundante cantos redondeados de cuarzo, cuarcita y, en menor cantidad, lousa. «Este depósito está moi compactado debido ao peso do xeo, posto que os modelos realizados ata o momento indican que o glaciar puido chegar a ter unha media de ata 130 metros de espesor ao longo dos seus 5,3 quilómetros de lonxitude. Proba da forza erosiva que pode acadar un glaciar son as estrías e as rochas aborregadas, visibles ben a carón ou ben na contorna do sendeiro que leva ao Mostallar».
Las lagunas
En la cabecera del valle glaciar de Piornedo se halla del circo glaciar del Mostallar - Pico de Lanza, que durante la última glaciación funcionó como zona de acumulación de nieve y hielo y que alimentaba al glaciar de esta parte de Os Ancares. «Dentro deste gran circo desenvolveuse unha cubeta de sobreexcavación con varias cristas morrénicas o cal orixinou un pequeno conxunto de lagos, dos cales parte a maior cantidade de agua do río que atravesa o val glaciar de Piornedo». Uno de los lagos a pie de la cima más elevada de Os Ancares lucenses, el Mostallar, con 1.934 metros de altitud, cuenta con vestigios del periglaciarismo que afectó a estas montañas en el Pleistoceno.
Campa de Tormantes
La ruta geológica de este fin de semana termina aquí, pero los senderistas que se animen a subir ahora en primavera y verano disponen de un mirador natural con una excelente vista panorámica del valle glaciar de Piornedo, apreciándose la mayor parte de las formas de acumulación y erosión que se pudieron ver a lo largo de la caminata. También se tiene una buena perspectiva del valle estructural del río Ortigal.
