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El pacto del paisaje, al rescate de más esgrafiados en la Ribeira Sacra

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

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Las restauraciones de la primera fase proseguirán en casas tradicionales y espacios degradados

03 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las iniciativas dirigidas a recuperar y divulgar los esgrafiados, originales composiciones en cal que decoran las fachadas de viviendas tradicionales, tendrán continuidad en la Ribeira Sacra. En una primera fase, impulsada por el consorcio de turismo en el 2017 con cargo al primer pacto por el paisaje de la Xunta, se restauró esta ornamentación en casas de labranza de los núcleos de interés cultural y paisajístico de Montefurado (Quiroga) y Campo (Taboada). Ese mismo año, con el objetivo de mejorar «espacios deslucidos», se realizaron obras nuevas de decoración en Barxacova (Parada de Sil) y Castro Caldelas. La primera se llevó a cabo siguiendo la técnica tradicional del esgrafiado y la segunda incorporando la intervención de muralistas. El consorcio valora ahora propuestas para otras doce actuaciones.

La segunda fase del plan en el que trabaja el consorcio de turismo incluirá seis restauraciones de esgrafiados ya existentes y otros tantos nuevos murales. En este último caso, en la línea de las actuaciones que se pusieron en práctica con anterioridad en una vivienda emplazada en el aparcamiento próximo a la necrópolis de Barxacova y otra situada en el conjunto histórico de Castro Caldelas. «Queremos que haya algunos puntos de encuentro en los que confluyan el muralismo y el esgrafiado», apunta la gerente de la asociación de municipios, Alexandra Seara.

Los enclaves elegidos para este tipo de intervenciones —según explica— son lugares de paso o próximos a enclaves turísticos especialmente visitados. Por lo que respecta a la restauración de esgrafiados ya existentes, pueden llegar a convertirse en el principal atractivo de los pueblos en los que se desarrollan. «Estamos buscando las localizaciones para esta segunda fase. Tenemos propuestas de varios concellos y vamos a ver cuáles pueden ser las actuaciones de mayor interés», dice la gerente del consorcio.

Camino de Invierno

En el pueblo de Montefurado, escala del Camino de Invierno de peregrinación a Santiago a su paso por Quiroga, fueron restaurados en el 2017 los esgrafiados de la fachada de la Casa do Carteiro, una construcción centenaria de tipo tradicional con corredor de madera y cubierta de pizarra. En Campo, en el municipio de Taboada, se hizo lo propio en la Casa do Camiñas, notable edificación de labranza del siglo XIX obra del maestro cantero Ramón Vilasante.

«En la decoración del revestimiento con cal sobre mampostería, destacan el relleno con trazos curvos delimitados por fajas perimetrales, entre ellos resaltan un grupo de gaiteros (gaita, tamboril y bombo) y una pareja de danzantes. Sobre la portada presenta una línea de vasos y botellas esgrafiadas», detalla el consorcio sobre esta última actuación.

La diversidad de los diseños es una de las características de los esgrafiados en la Ribeira Sacra. El consorcio de turismo incorporó a su web un estudio sobre esta tradición secular de origen incierto elaborado por Xosé Manuel Vázquez Rodríguez.

«Mourisca», otra acepción popular 

El empleo del término esgrafiado en Galicia es reciente. Según los datos que figuran en web del consorcio, se oficializó en 1995. Tres años antes, el profesor de arquitectura Plácido Lizancos coordinó un estudio sobre esta decoración en el sur lucense. En su investigación, constató que una de las acepciones populares por las que se conocía era la de «mourisca». «O primeiro problema —advierte— é a inexistencia de información escrita ou oral sobre este tipo de decoracións. Isto conleva o descoñecemento da autoría e do significado destas pinturas e imposibilita a súa datación».

El esgrafiado está presente también en edificaciones de las comarcas de A Ulloa o Deza Tabeirós, aunque no prolifera en la medida de muchos municipios de la Ribeira Sacra. «Conservábamos en la década final del siglo XX más de un millar de edificaciones decoradas con revestimientos de cal. Estamos ante la que posiblemente sea la mayor concentración de encintados y au­ténticos esgrafiados de la península en ámbito rural», indica el consorcio en la información disponible en su web.

La técnica del esgrafiado, según precisa, no debe confundirse con el encintado. «Los encintados sellan, resaltan y regularizan las juntas de mampostería y cantería, mientras que los esgrafiados o esgrafitos son la aplicación de una segunda capa de revoco, trazando dibujos con grafio, cuchillas o cucharín», detalla el artículo destinado a esta técnica. Al retirarse mediante el raspado la capa superficial antes de su endurecimiento, queda al descubierto la capa inferior mostrando ornamentos de diferente color y textura.

Caso único en Europa

«Ata o momento non coñecemos de ningún lugar de Europa no que se dean este tipo de manifestacións artísticas tradicionais tendo como soporte a arquitectura popular. Si se rexistran en España e noutros países decoracións debuxadas —ou grutescos— realizadas por artistas profesionais sobre elementos da arquitectura culta», observa Plácido Lizancos en el estudio que coordinó entre los años 1992 y 1993.

Los esgrafiados que se conservan en la Ribeira Sacra decoran mayoritariamente edificaciones del siglo XIX y primera mitad del XX, aunque también se localizaron alguna ornamentación de este tipo sobre construcciones de los siglos XVII y XVIII.