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Dulcinea Aguín: «En cualquier concello de Lugo puede haber viviendas turísticas rentables»

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA LUGO / LA VOZ

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Dulcinea Aguín, presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia
Dulcinea Aguín, presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia

La presidenta de Avirtuga afirma que es momento de aprovechar el potencial de la provincia: «El turismo ya no está solo unido a la costa, quiere conocer el interior»

28 mar 2022 . Actualizado a las 12:51 h.

El alquiler de viviendas turísticas es un negocio que se multiplicó en los últimos años y todavía no ve su techo. Las zonas de costa y las ciudades más visitadas de Galicia acaparan gran parte de estos apartamentos, pero la demanda ha cambiado. Los turistas también buscan zonas de interior y «experiencias». Por eso la provincia de Lugo, como explica Dulcinea Aguín, la presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), aún puede explotar más su gran potencial.

—¿Qué presencia tienen actualmente las viviendas turísticas en la provincia de Lugo?

—Es la provincia en la que tenemos menos asociados. En Galicia hay unas 14.000 viviendas, la provincia de Pontevedra se lleva la mitad, A Coruña el 40 % y el otro diez, se lo reparten Lugo y Ourense. Actualmente en Lugo hay 1.880. 

—¿Por qué cree que es en la que menos asociados hay?

—Lo que recibimos en desconocimiento. Desde Lugo nos llegan muchas peticiones de información. Mucha gente tiene casas, pero desconocen la normativa o las posibilidades que podrían tener.

—¿Son complejos los trámites para poner una vivienda en alquiler turístico?

—Para nada. La gente que quiera poner una vivienda en alquiler debe saber que tiene que cumplir una serie de requisitos. Tiene que registrarse en la Axencia Galega de Turismo y contar con una vivienda legal, con cédula de habitabilidad u ocupación y certificado municipal conforme esa casa no tiene ninguna infracción urbanística. Además, debe pagar unas tasas y tener un seguro de responsabilidad civil para el alojamiento vacacional, así como la hoja de reclamaciones. Para ayudar con todos estos trámites, contamos en Legaliciate, una plataforma en colaboración con la Axencia Galega de Turismo.

—Además, la propia vivienda tendrá que cumplir ciertas características. 

—Deben cumplirse unos mínimos para que la vivienda sea atractiva para quien reserva, estamos jugándonos la imagen de Galicia. Queremos que si la gente lo hace, lo haga bien, de forma profesional. Hay que cuidar la limpieza, el confort, las comodidades y la decoración. Por eso, en Avirtuga también tenemos formación y una escuela de anfitriones en la que ayudamos a los propietarios con márketing inmobiliario, para que sepan como deben tener sus viviendas y así tener mayor rentabilidad.

—¿Pesa ese atractivo tanto como la ubicación?

—Estábamos acostumbrados a que siempre se liguen las viviendas turísticas con la costa, pero ya no es así. No solo está unido a la costa. Se ven este tipo de negocios en Monforte de Lemos, Sarria, Chantada o Palas de Rei. También las zonas del Camino tienen una gran presencia porque la figura del peregrino ha cambiado y nuestra obligación es adaptarnos. Ahora estos turistas también quieren visitar Lugo. La pandemia también trajo oportunidades, la gente dejó de visitar zonas más masificadas e invitó a conocer el interior, que tenía unas fortalezas tremendas pero que tampocos sabíamos transmitir.

—¿Podría subsistir una vivienda en cualquier concello de Lugo?

—Sí porque una vivienda de uso turístico te permite que puedas visitar cualquier Concello y que tengas donde alojarte, mientras que no hay otro tipo de figuras de alojamiento como hotel, pensión u hostal. Hay un despertar de la gente que no conocía Galicia y se vino a Lugo, se adentró en el interior, con sus rutas de senderismo, su cultura, sus atractivos del sector agroganadero y, un apartado muy importante, sus experiencias. Quien vino, repitió. Esta provincia ofrece mar, montaña, rural y urbano. 

—¿Y la rentabilidad?

—No somos un destino de 365 días al año, pero con la profesionalización de los propietarios que perseguimos se puede conseguir. Deben tener en cuenta que una parte los ingresos de estas viviendas son para mantener la propia vivienda y pagar los servicios, requiere dedicación y estar 24 horas a expensas de cualquier cosa que pueda pasar en la casa. Lo que también deben valorar los ayuntamiento pequeños es el impacto que esta vivienda deja en la zona. Si tienes una vivienda en una zona rural de Lugo medio abandonada y la restauras es una mejora de imagen para el ayuntamiento. Además, alojas a una persona que te va a generar rentabilidad a ti pero también en el pueblo, porque consume en locales. Repercute en el tejido socioeconómico del concello.

—Desde Avirtuga lanzasteis Vitgal, una aplicación de reservas propia. ¿Cómo ha sido su acogida?

—Nos cogió en plena pandemia, hace dos años, y en unos días lanzaremos la versión 2.0 porque funciona bien, pero queremos que funcione mejor. Observamos la necesidad de tener una central de reservas propia, sin estar en manos de plataformas de comercialización extranjera, que tienen altas comisiones. Si tenemos nosotros en Galicia el producto no podemos fallar en la comercialización. Vitgal pretende ser un portal de reservar para todas las viviendas de uso turístico de Galicia, con tecnología puntera y channel manager. Va a tener muchas partes para que cada propietario pueda acogerse a cada modalidad y optimizar o rentabilizar las reservas de sus alojamientos. Queremos que hagan de las nuevas tecnologías su día a día porque ahora todos estamos en la red.