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Alfonso Rueda: «Hemos conjurado el peligro de la masificación turística en Galicia»

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

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XOAN A. SOLER

El vicepresidente de la Xunta confía en recuperar el turismo extranjero de cara al año próximo

26 sep 2021 . Actualizado a las 12:16 h.

Tenía asignadas las responsabilidades de las áreas de Presidencia, Xustiza e Interior desde el 2009, pero el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda (Pontevedra, 1968) sumó el año pasado también las de Turismo, un área que no deja de dar buenas noticias, como las cifras récord de ocupación hotelera que registró Galicia en agosto, en plena quinta ola de la pandemia.

—¿A qué atribuye estas cifras?

—A un conjunto de factores. Primero, a que se recuperó la movilidad y a que empezamos a volver a nuestra vida normal, pero también sabíamos que el nuevo turismo iba a buscar la sensación de seguridad, contacto con la naturaleza y otros valores que Galicia ofrece, así que nos hemos preparado en ese sentido y creo que los datos son la demostración de que acertamos.

—¿Es más seguro el turismo en Galicia que en otros territorios?

—Pues en gran medida sí, porque la incidencia sanitaria tuvo cifras muy razonables comparada con otros lugares, y además hicimos cosas para que la seguridad fuera un concepto real. Fuimos los primeros en tener un seguro covid para los visitantes y llevábamos meses haciendo cursos de formación con el fin de prepararnos para la nueva fase. La insistencia en convertir Galicia en un destino seguro acabó calando, y a eso hay que sumar condiciones magníficas que tenemos como la no masificación, espacios abiertos, contacto con la naturaleza.

­—En Portomarín, Sarria o Palas de Rei colgaron el cartel de completo varios días en agosto. ¿Eso no es saturación?

—Sería un error empezar a decir que en Galicia hay saturación turística, porque no la hay. Estamos muy lejos de eso, puede haber alguna localidad muy específica en un momento concreto, pero si algo no está masificado en Galicia es el turismo, aún tenemos muchos sitios por descubrir.

—¿Por ejemplo cuáles?

—Pues todo el interior de Galicia, el turismo rural que tuvo un bum enorme. Las localidades a las que antes aludió están todas en el Camino francés, pero tenemos muchas otras rutas por descubrir, así que el peligro de la masificación turística en Galicia lo hemos conjurado. Fíjese que por el Camino francés llegan ahora la mitad de los peregrinos a Santiago, pero es que antes representaban más del 80 %.

—¿Qué capacidad de crecimiento tiene el sector en Galicia?

—Todavía hay capacidad para crecer, pero de forma ordenada. No queremos la masificación, y los primeros que no la quieren son los profesionales, que saben que el valor principal del Camino es el de ser un itinerario seguro y alejado de la masificación.

—La campaña la está salvando el turismo doméstico, ¿cuándo regresarán los extranjeros?

—Espero que a partir del año que viene. En la planificación que hicimos una de las cosas que teníamos clara es que este año teníamos que dirigirnos al turista nacional, porque la movilidad entre países estaba complicada y muchas líneas aéreas no operaban. La campaña del Xacobeo la dirigimos a los turistas nacionales y a los portugueses, que son los que han respondido. Lo que haremos ahora, sin descuidar eso, es atraer al turista internacional. En el 2019, el 55 % de los peregrinos que venían eran extranjeros y este año no llegan al 25 %.

—¿Cómo se prevé la evolución en septiembre y el resto del año?

—La previsión es buena. En el Camino estamos teniendo un nivel de peregrinos superior al mes de julio, lo que es un termómetro, y de cara al resto del año soy optimista, porque vamos a empezar a enlazar con el turista internacional y a ver el efecto del bono turístico para movilizar con 7 millones de euros al turista gallego.

—¿Cuánto se ha avanzado en desestacionalización, para atraer turistas en temporada baja?

—Queda camino por recorrer, pero se ha avanzado. Antes el turismo acababa con agosto, pero ahora septiembre es bueno y pronto empezarán los otoños gastronómicos en el rural, el bono turístico o la celebración de congresos presenciales.

«El acuerdo que estamos a punto de cerrar con el ocio nocturno se basa en volver a usar el certificado covid»

El contacto con el sector hostelero, el principal damnificado del covid, formó parte estos meses de la actividad diaria de Rueda.

—¿Cuándo recuperará la estabilidad el sector de la hostelería?

—La hostelería la ha recuperado, ya no depende de la situación sanitaria. No está al 100 % de su capacidad, pero aquí había dos pasos, y el primero era no hacerles depender de la evolución semanal de las cifras sanitarias. Estamos ya cerca de los aforos completos, que todavía no pueden ser, porque el covid no se ha ido y sigue habiendo contagios, pero la estabilidad plena llegará pronto.

—El sector lo ha pasado muy mal, y muchos no volverán a abrir.

—Soy consciente de que la situación que han pasado fue muy dura, hemos tenido reuniones muy tensas con los representantes del ocio nocturno en las que les dábamos siempre malas noticias, pero ahora empieza a ocurrir lo contrario y en el horizonte de dos o tres meses esperamos recuperar la normalidad.

—¿Por qué continúan vacías las barras de los bares si en teoría ya se pueden utilizar?

—Porque llevamos mucho tiempo sin barras y sin condiciones normales. Recuperarlas es un paso que hay que dar poco a poco, tenemos que seguir explicando la normativa para poder usarlas, porque la gente aún la desconoce, pero estoy convencido de que vamos a acabar el año con una utilización plena de las barras.

—Pues el sector se queja de que se le imponen condiciones como a nadie: máscaras FFP2 renovadas cada cuatro horas, test semanales, reducciones de aforo...

—Sí, comprendo al sector, pero también hay que entender que si hemos llegado hasta aquí es porque hemos sido estrictos en el cumplimiento de las normas, y ahora saben que esta desescalada gradual nos llevará a la completa seguridad que todos queremos.

—¿Qué papel jugaron las ayudas, fueron efectivas?

—Un papel fundamental, porque han evitado que muchos establecimientos cierren. Las ayudas tenían que ser directas para sustituir los ingresos que no estaban percibiendo y tenían que llegar cuanto antes. Y lo hemos hecho. Hemos inyectado 100 millones de euros más al sector hostelero y turístico para sobrevivir cuando no tenía otro ingreso. Es cierto que a lo mejor nunca es suficiente para el que tuvo que permanecer cerrado, pero creo que han sido fundamentales para pasar esta etapa tan complicada.

—¿Volverán a aplicar el pasaporte covid para la hostelería?

—Creo que sigue teniendo utilidad porque los hosteleros lo dicen y lo están pidiendo. Así que vamos a intentar utilizarlo, vamos a volver a pedir autorización al TSXG porque el acuerdo que estamos a punto de cerrar con el ocio nocturno se basa en volver a usar el certificado de vacunación para que se pueda funcionar con unos aforos y unos horarios mucho más amplios.

«Tenemos que tener claro que las últimas elecciones que hubo en Vigo las ganó el PP»

Hace una semana que Alfonso Rueda fue reelegido presidente del PP de Pontevedra, la que según Feijoo es la provincia más difícil para los populares.

—¿Cuál es la hoja de ruta del PP para salir del pozo negro en Vigo?

—El PP en Pontevedra es el partido que más ayuntamientos gobierna y el que tiene más concejales. ¿Es suficiente? No, el reto pasa por lograr gobiernos que no tenemos, que es fundamental para conseguir la diputación.

—Perdone que insista con Vigo.

—Los partidos tienen que renovarse, y en este congreso provincial me he rodeado de un equipo de gente que sabe cómo ganar, así que vamos a aplicar esa formula, promover candidatos con tiempo para trabajar en las elecciones. En Vigo tenemos que identificar los errores, que los tuvimos, y tener claro que las últimas elecciones que hubo en la ciudad las ganó el PP, por tanto hay gente dispuesta a confiar en el PP si nos ve bien y organizados.

—En el 2006 le pidieron rearmar un PP desahuciado tras perder la Xunta y ahora le exigen reconquistar la provincia más difícil para el PP. Parece el hombre de Feijoo para las causas imposibles.

—No, lo que soy es una persona para trabajar. Lo fácil lo sabemos hacer todos, lo difícil no tanto. Pero la situación es muy diferente. En el 2006 estábamos en una encrucijada en que podíamos ser todo o nada, y salió bien. Ahora estamos mejor, venimos de ganar las elecciones con amplia mayoría, tenemos retos, pero el objetivo fundamental es permanecer unidos.