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Antiguas casas rectorales de Ferrolterra se llenan de huéspedes en verano

Carmela López
Carmela López FERROL

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Casa rectoral de Lago, en Valdoviño, habilitada para grupos de convivencia
Casa rectoral de Lago, en Valdoviño, habilitada para grupos de convivencia ESTEVO BARROS

La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol tiene habilitados alojamientos para grupos

12 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hospedarse en una antigua casa rectoral por un precio simbólico ya es posible en Ferrolterra, siempre y cuando se cumplan algunos requisitos. El Obispado de Mondoñedo-Ferrol tiene habilitadas cerca de una treintena de plazas de alojamiento en dos inmuebles que, en su día, fueron la vivienda de los sacerdotes que tenían la titularidad de las parroquias de Santiago de Lago, en el municipio de Valdoviño, y de Santiago Seré, en As Somozas. Están destinadas a la convivencia temporal por semanas de grupos de personas con un objetivo común, que no tiene por qué estar relacionado con la Iglesia Católica, pero que, evidentemente, tiene que tener un uso debidamente justificado.

Según explica Juan Pablo Alonso Rolle, responsable de patrimonio de la Diócesis, la antigua rectoral de Lago, que está completamente rehabilitada y adaptada para convivencias, cuenta con ocho habitaciones, baños, duchas y zonas comunes.

Durante el verano está ocupada al 100 % por grupos de personas, que suelen ser matrimonios con algún fin común, jóvenes con problemas de integración procedentes de centros que cierran durante las vacaciones de verano, peregrinos o gente que se reúne para realizar rutas ciclistas o de senderismo por la zona norte de Galicia.

La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol cobra una cantidad simbólica por estas estancias, que está fijada entre 30 y 40 euros por día por la utilización de toda la casa, ya que se trata de una actividad sin ánimo de lucro. El importe que se requiere solo permite cubrir en parte los gastos que conlleva el mantenimiento de la vivienda, como luz y agua, y además hay una persona encargada de la limpieza.

Por su parte, la antigua casa rectoral de As Somozas, rehabilitada parcialmente hace cuatro o cinco años, cuenta con dos salas grandes equipadas con literas y baños, que tienen capacidad para que puedan dormir y asearse entre 15 y 20 personas.

Recolectores de arándanos

Este inmueble del Obispado de Mondoñedo-Ferrol también está completo durante la temporada de primavera-verano, en este caso por personas que llegan de fuera para la recogida de arándanos en las plantaciones existentes en la zona.

Los precios también son simbólicos y la decisión de elegir este uso concreto responde a la disponibilidad del Obispado de cubrir unos servicios de alojamiento de los que carece el municipio de As Somozas, porque no hay hoteles ni pensiones.

No obstante, esta antigua rectoral también está abierta, y se utiliza para el alojamiento y convivencia de jóvenes que están incluidos en proyectos de integración social.

La casa rectoral de la parroquia de Santo Estevo de Sedes, en el municipio de Narón, se encuentra en un avanzado estado de deterioro desde que dejó de residir en ella el penúltimo párroco, Lino Pérez Leira, ya fallecido. El sacerdote que desde hace unos años atiende los servicios en el citado templo, Luis Ledo, ya no tuvo la posibilidad de instalarse en la rectoral, debido a que ya no era habitable.

El Obispado estudia el futuro del inmueble con finca y molino de agua de Sedes

Casa rectoral de la parroquia de Santo Estevo de Sedes, en el municipio de Narón
Casa rectoral de la parroquia de Santo Estevo de Sedes, en el municipio de Narón ESTEVO BARROS

El Obispado está estudiando el futuro de esta propiedad, integrada por una casa antigua de más de 200 metros de superficie, con una finca de alrededor de diez ferrados, que incluye un pequeño molino de agua en el extremo por el que discurre un río.

De momento, y según indica Juan Pablo Alonso Rolle, esta propiedad no está a la venta, aunque sí hay personas interesadas en la compra, al igual que ocurre con otras rectorales deshabitadas de la Diócesis.

En el caso de Sedes, antes de ponerla a la venta es necesario realizar un deslinde de la finca, porque en el procedimiento de la concentración parcelaria que se realizó hace varias décadas en esta parroquia naronesa, la finca quedó unida al atrio del templo.

La vivienda, cuya construcción se realizó en dos fases y la última data de los años treinta del siglo pasado, consta de dos plantas con planta en forma de ele. El acceso a la puerta principal se realiza a través del atrio de la iglesia y dispone de otro con salida a una pista, por el que se entraba a la zona habilitada como garaje, que en su día albergó las cuadras de los caballos en los que antiguamente se desplazaban los curas.

La finca, que contiene una gran cantidad de árboles frutales, cuenta con un cierre vegetal a lo largo de todo el perímetro, excepto en la zona por la que linda con el atrio del templo y con la ampliación del cementerio parroquial, que está delimitada por muralla.

Cuando la vivienda dejó de estar habitada, la asociación de vecinos Rosa dos Ventos, de Sedes, había realizado gestiones para conseguir esa propiedad con el fin de habilitar una residencia para personas mayores, pero la iniciativa no llegó a fructificar.

El actual responsable de patrimonio de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol manifiesta desconocer la existencia de esa propuesta, pero asegura que el Obispado está abierto a estudiar y analizar todas las posibilidades.

JOSÉ PARDO

Juan Pablo Alonso: «Intentamos antender zonas afectadas por la despoblación rural»

El responsable de la gestión del patrimonio de la Diócesis Mondoñedo- Ferrol, Juan Pablo Alonso Rolle, que es el párroco de Santa María de Vilalba, manifestó a este periódico que desde el Obispado se está tratando de contribuir a que los colectivos más desfavorecidos puedan tener una mejor calidad de vida. «Intentamos atender las zonas más afectadas por la despoblación del rural, dándole uso a estas viviendas en la medida de lo posible, porque la mayoría son construcciones muy pobres, que necesitan darles un giro», explica. Y precisa que en ningún caso se trata de viviendas de turismo rural ni de vacaciones. Para solicitar el uso de estos alojamientos de convivencia con fines justificados es necesario llamar a la sede del Obispado, en la que hay una persona que se encarga de recoger los datos y establecer los calendarios y las fechas disponibles para poder hospedarse en las antiguas rectorales de Lago y As Somozas.