Sala Enigma y Friki Vila proponen experiencias en las que, para salir del lugar, tendrás que descubrir los acertijos y superar todas las pruebas
11 ago 2021 . Actualizado a las 09:29 h.Las salas de escape son salas ambientadas de las que tienes que salir a base de ir resolviendo enigmas, puzles y demás misterios. Son un plan atemporal. Es lo mismo que te metas en ellas para huir del calor asfixiante de Ourense —que este año no da llegado—, a que lo hagas como alternativa a esos días de verano en los que llueve o hace mal tiempo —escena más repetida últimamente—. El caso es que son siempre una buena opción. Porque son divertidas y entretenidas; una experiencia diferente y única; ayudan a ejercitar el cerebro y a trabajar en equipo; y porque pueden disfrutarse en la compañía que cada uno prefiera: en pareja, en familia, con amigos o incluso con los más pequeños de la casa.
En Ourense hay varias opciones. La verinesa Patricia Blanco está al frente de la Sala Enigma, situada en la avenida de Buenos Aires. Allí tienen dos propuestas muy diferentes. Empezaron con El enigma de Romasanta, que es una sala cuya temática está basada en la historia de Manuel Blanco Romasanta, natural de Esgos y conocido como el hombre lobo gallego. «Tiene una temática que permite muchísima ambientación, por eso es muy llamativa y asombrosa», dice Patricia. Su segunda propuesta se llama El método Muridae. En este caso se trata de un laboratorio alemán que exige a sus posibles empleados que superen estas pruebas para entrar en su corporación. Tiene una ambientación futurista, científica y plagada de datos. Cualquiera de las dos opciones de Sala Enigma está pensada para resolverse en grupos desde 2 a 6 personas. La experiencia cuesta sobre 15 euros por cabeza. La de Romasanta tiene una hora aproximada de duración y la de Muridae, 75 minutos. Y también cuentan con la modalidad tutor, pensada para niños. «Van acompañados de un monitor que les guía, les ayuda y les anima a resolver las pruebas», admite Patricia. Precisamente estas salas de escape están siendo una de las opciones más repetidas para celebrar los cumpleaños de los peques este verano. También van despedidas de soltero y grupos de amigos.
De Harry Potter
En la capital ourensana también está Friki Vila, en la calle Celso Emilio Ferreiro. «Empezamos como una tienda de artículos promocionales de series, películas, videojuegos... y también de regalos. Pero con la pandemia decidimos reinvertirnos y apostar exclusivamente por la sala de escape», cuenta Mario San Román. Este madrileño, autodeclarado friki absoluto, es el propietario del negocio junto a su novia, la ourensana Sandra Adriano. El suyo es un espacio muy original, ambientado por completo en Harry Potter. «Es muy divertida para cualquier persona, pero si conoces la saga aún más porque pillas todas las referencias», explica Mario. Abren de martes a domingo y aceptan grupos de hasta 5 personas. El precio para vivir la experiencia, que dura una hora, es de 50 euros en pareja y de 70 a partir de tres personas. «También tenemos la opción infantil. A los niños les encanta porque suelen ser frikis de Harry Potter, claro», admite. Esta pareja y su negocio buscan eliminar de una vez por todas los aspectos peyorativos de la palabra friki. «Para nosotros es el adjetivo que se utiliza para denominar a alguien apasionado por un tema concreto, capaz de sumergirse a tope en algo...», apunta Mario. Él se declara friki de videojuegos, de series, de películas y de juegos de mesa, sobre todo. «Seguro que se me escapa algo», admite. Precisamente eso, escapar, es lo que propone a todo aquel que se atreva a entrar en su espacio sacado del mundo del mago de Hogwarts. Él y Sandra ya están barajando la idea de crear una nueva sala en Friki Vila. Entre las posibles temáticas están Star Wars, el universo Marvel o El Señor de los Anillos. ¿Cuál será la escogida?