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Hemeroteca | Santiago fue una fiesta en víspera del día grande con sus calles abarrotadas

La Voz LA VOZ | SANTIAGO

VEN A GALICIA

XOAN A. SOLER

La capacidad hotelera se quedó corta para dar alojamiento a los visitantes el 24 de julio de 2004

15 jul 2021 . Actualizado a las 20:04 h.

Miles de turistas, peregrinos y compostelanos tomaron ayer la ciudad histórica y sus alrededores en la jornada más popular y populosa de las fiestas del Apóstol. Es tradición que la celebración del día de Santiago y su víspera conviertan las calles de la Compostela más secular y las oficinas de turismo en un hervidero. Y más si la ocasión cuenta con la promoción de un año jacobeo, como es el caso. Y un hervidero fue ayer el corazón de la ciudad histórica, desde Porta Faxeira y el Toural hasta San Francisco, la Alameda y sus numerosas plazas.

Según apreciaciones de responsables municipales, una presencia que rebasó lo habitual en otros años santos claramente ya desde la mañana, aunque la sesión de pirotecnia nocturna y sus horas previas también sacaron a miles de personas a la calle. El propio alcalde calculaba que ya por la mañan pudo haber un 20% más de gente que sobre la misma jornada del jacobeo del 99. Aunque precisa también que en esta ocasión coincidieron, aparte del propio interés por la ciudad, numerosas y variadas actividades que han localizado la atención en distintos puntos y atraído a un público diverso. Una situación, en todo caso, que para el regidor pone a prueba la capacidad de respuesta de la ciudad, en la que considera que se está respondiendo bien.

La marea humana que desbordó la ciudad era ciertamente diversa. En todas las plazas de la zona vieja se escuchaba hablar varios idiomas, lo cual no fue un problema para los repartidores de panfletos que abordaban a los paseantes en cada esquina ofreciendo todo tipo de productos. En los alrededores de la catedral turistas y peregrinos llenaron las calles, caminando, descansando, sentados o tirados por el suelo, y, mucho de ellos, haciendo grandes colas ante la Oficina del Peregrino y la Puerta Santa.

Los hoteles que se encuentran en la zona vieja no daban abasto para atender a tanta gente que les demandaba una habitación cuando ya era tarde hasta para conseguir una plaza de albergue. Según Incolsa en los hoteles no quedaba ni una cama. «Hay mucha gente que ha venido a Santiago sin reserva», comentaba Paula, recepcionista del hotel Rúa Villar. «Nosotros hoy no damos abasto pero ya hace semanas que está viniendo gente a preguntar por alojamiento y ya no hay nada».

Las reservas para estas fechas en este hotel, como en otros muchos del centro, llevaban cerradas ya desde junio, y las primeras se hicieron alrededor de febrero, pero hay casos aún más extremos como el del AC Palacio del Carmen que tenía sus 75 habitaciones reservadas desde diciembre. Los alberguistas lo tienen más fácil estos días, en que prima, por otra parte, el turismo más familiar sobre el de excursiones de pocas horas. Para otros servicios este fin de semana sí fue el más atareado del año. Los párkings más céntricos (del entorno del casco viejo) o tenían el cartel de completo o rozaban el lleno a media tarde, y alguno ya desde el mediodía. Y más de uno tuvo que esperar lo suyo para conseguir comer.

La ola de calor y la marea humana han invadido Santiago el mismo día creando un ambiente por momentos incómodo, pero que es justo lo que la mayoría de los visitantes estaba esperando. «Salvo por el problema del alojamiento yo estoy encantado con la multitud, sobre todo para la fiesta de la noche que me apetece mucho», comentaba ayer Raúl, un peregrino que se acercó a Santiago haciendo la ruta en su forma más tradicional, caminando.